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Primeros consorcios tecnológicos apuestan por leche, frutas, vino, salud y aeronáutica

Publicado 17-11-2005

[17/11/2005]

Los primeros nueve consorcios tecnológicos trabajarán durante cinco años para mejorar la industria de la leche, la fruta, el vino y la producción forestal, junto a otros que buscarán fortalecer la investigación en salud, impulsar la industria aeronáutica y desarrollar productos derivados de los desechos de la industria exportadora
Los Consorcios Tecnológicos Empresariales de Investigación que se presentaron el miércoles 21 de septiembre, en una ceremonia encabezada por el Presidente Ricardo Lagos se propusieron como objetivos estratégicos desarrollar mediante biotecnología aplicada nuevas variedades de frutas, mejorar la producción de madera mediante el uso de genómica forestal, desarrollar un cluster o alianza entre productores e investigadores de la leche en la Décima Región y mejorar la industria vitivinícola, así como desarrollar nuevos productos a partir de los desechos de las industrias exportadores tradicionales, construir un programa de aeronáutica de vehículos no tripulados e implementar un polo de desarrollo en el área de biomedicina aplicada.
La Universidad de Concepción implementará el Consorcio Tecnológico Aeronáutico, en conjunto con la ENAER y COINFA. El consorcio se justifica en la necesidad de desarrollar nuevas capacidades y fortalecer el posicionamiento actual de la industria relacionada con la actividad aeronáutica. Sus objetivos son desarrollar investigación científica y tecnológica de frontera en las áreas de diseño y fabricación aeronáutica y su transferencia al sector empresarial, así como mejorar la competitividad de la industria nacional y su inserción en los mercados globales y la apertura de nuevas oportunidades de negocio.
Se espera que durante los 60 meses de trabajo el consorcio realizará investigación aplicada a la conceptualización, diseño y fabricación de aeronaves; desarrollará proveedores con altos estándares de calidad tecnológica y creará nuevos negocios, como vehículos aéreos no tripulados confiables, escalables y de bajo costo para uso civil, y métodos no contaminantes de fabricación de estructuras en materiales compuestos y en aluminio y su exportación como partes aeronáuticas certificadas.

Genómica Forestal
En la Octava Región se implementará un Consorcio de Genómica Forestal, en el que participarán la Universidad de Concepción, Fundación Chile, Forestal Arauco y Forestal Mininco. La iniciativa se enmarcará en el gran desarrollo que se realiza a nivel mundial por descifrar el genoma de distintas especies.
Entre sus objetivos destaca el desarrollar la genómica forestal mediante el uso de herramientas biotecnológicas, moleculares y bioinformáticas con el fin de fortalecer los programas de genética de las empresas y con ello mejorar la posición competitiva de la industria forestal chilena en las especies prioritarias. También se propone identificar y caracterizar genes responsables de características de interés comercial; optimizar un programa de transferencia tecnológica de los resultados obtenidos; potenciar un grupo de investigación altamente capacitado en genómica forestal; y fortalecer esfuerzos hacia proyectos de interés e impacto en el ámbito forestal. Su programa de trabajo incluye análisis temprano, selección anticipada de clones, ahorrando tiempo y adelantando ganancias. Se espera que el desarrollo en las áreas de investigación tendrá como efecto final la reducción del costo de formación de la madera, el aumento del atractivo de la forestación, la ampliación de la base industrial y el aumento de exportaciones y empleo regionales.
Leche más competitiva
En la Décima Región, funcionará el Consorcio Ciencia-Empresa de la Leche, para elevar la competitividad de la cadena láctea de Chile en el mercado global. Estará bajo la coordinación de la Universidad Austral de Chile e INIA y participarán FEDELECHE F.G; APROQUESO (Mulpulmo, CAFRA, Lácteos Pto. Octay, Cuinco, Kûmey, CHILOLAC); COLUN; Quillayes; NESTLE; SOPROLE; SURLAT INDUSTRIAL S.A.; VIALAT S.A.; WATTS S.A.; BIOLECHE; COOPRINSEM; CEAGRO Chile; CER Los Lagos; INSECABIO y TODOAGRO S.A.
El Consorcio de la Leche se creó considerando que la dinámica del mercado mundial de lácteos ofrece a Chile la oportunidad de insertarse crecientemente en el mercado externo, porque la demanda crece a tasas 2% mayores que el crecimiento de la producción. Por ello, sus objetivos serán mejorar la competitividad y sustentabilidad de la producción lechera nacional; formar especialistas, cuadros técnicos y operadores adecuados para la realidad comercial, tecnológica y científica del sector lácteo; generar información, herramientas de análisis y acciones que permitan mejorar la competitividad del sector; impulsar la coordinación del sector industrial para el desarrollo estratégico del sector lechero; generar tecnologías de apoyo para la sustentabilidad ambiental del sector lácteo y propender a la sustentabilidad del consorcio en el marco de su misión y acciones.

Salud de vanguardia
La asociación de un selecto grupo de científicos y empresarios nacionales e internacionales darán origen al Consorcio de Investigación Tecnológica en Salud (CTI-Salud), en el que participarán la Universidad de la Frontera, la Universidad de Concepción, la Universidad Austral de Chile, Fundación Instituto Leloir (Argentina), Instituto Weizmann (Israel), Farmindustria S.A., Southern Technology Group, Indena SpA (Italia) y Fundación A. López Pérez.
El objetivo de CTI-Salud será la investigación científica y tecnológica, el desarrollo y la comercialización de nuevos productos para su uso en el diagnóstico y la terapia del cáncer gastrointestinal, con énfasis en el cáncer colorectal y de páncreas. En particular se identificarán y desarrollarán nuevos marcadores y drogas terapéuticas aptas para su uso en el diagnóstico y tratamiento de cáncer gastrointestinal mediante el uso de plataformas de alto rendimiento y compuestos terapéuticos basados en ácidos nucleicos y fitofármacos.
De esta forma, el Consorcio CTI-Salud implementará una nueva etapa de innovación y desarrollo empresarial del conocimiento en el área de la Biomedicina Aplicada, contribuyendo a la formación de un polo de desarrollo científico-tecnológico en el área de salud, que genere productos terapéuticos para ayudar en la lucha contra las enfermedades más relevantes, permitiendo el desarrollo de la industria local. Entre sus metas se incluyen generar nuevos emprendimientos tecnológico-empresariales sobre la base de start-ups, basados en el desarrollo de nuevos productos, servicios y propiedad intelectual, capaces de competir en mercados globalizados; generar un aumento de la masa crítica de especialistas con capacidad de aplicar sus hallazgos en problemas biomédicos de relevancia regional e internacional; y crear nuevas empresas desarrollando líneas de producción asociadas a tratamientos clínicos de enfermedades catastróficas y alimentos funcionales.
Residuos con valor
En la zona central se pondrá en marcha un consorcio que busca realizar un negocio de escala mundial a partir del desarrollo de tecnologías innovadoras orientada a la producción de compuestos químicos, bioquímicos y biológicos de alto valor agregado provenientes de desechos de industrias primarias. Este consorcio es resultado de una fructífera relación entre la industria y la universidad y en él participarán Härting S.A., la Universidad Católica de Valparaíso, Pesquera El Golfo y Viña Undurraga. Su objetivo será obtener productos de alto valor agregado (tales como compuestos biofuncionales, antioxidantes, ácidos grasos Omega 3, entre otros) a partir de residuos generados en la industria forestal, pesquera y vitivinícola. Trabajará para la creación, desarrollo, protección y transferencia de tecnologías innovativas que permitan la obtención de compuestos naturales orientados a la elaboración de resinas, productos farmacéuticos y nutracéuticos como son los ácidos grasos y rosínicos de alta pureza, fitoesteroles, policosanoles y estilbenos. De este modo, además de disminuir el impacto ambiental provocado por la descarga de estos residuos, se favorecerá la reducción de las importaciones y la creación de bienes y tecnologías exportables y se dará especial énfasis a la formación de recursos humanos altamente calificados para el desarrollo, aplicación y transferencia de estas tecnologías de punta.
Una de sus metas será generar un liderazgo de conocimiento mundial y comercial, a través del manejo de propiedad industrial, transferencias tecnológicas y exportación de productos “specialities”.
Potenciar la fruta chilena
En varias regiones del país funcionará el Consorcio de la Fruta, con dos programas de trabajo bajo la misma estructura. En la primera línea se trabajará en un Programa de investigación, desarrollo e innovación en fruticultura, en el que participarán la Asociación de Exportadores, la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF), la P. Universidad Católica, la Fundación Ciencias para la Vida, University of Nevada, David del Curto S.A., Unifrutti Traders Ltda., Gestión de Exportaciones Frutícolas, COPEFRUT S.A., LAFRUT, Exportadora Aconcagua, La Higuera S.A., Dole-Chile S.A., FRUTEXPORT S.A., C&D Internacional, Export. Agrícola Andes Chile S.A., Agríc. e Inmob. Montolín S.A., Cia. Frutera del Norte, Hortifrut Chile S.A., Del Monte (Chile), Vital Berry Marketing, Frutera San Fernando, Exp. Chiquita Chile, Exportadora Green Valley Ltda., Exp. y Servicios Rucaray, FRUTAM S.A., SRI Ltda., Trinidad Export S.A., Exp. Atlas S.A., Patagonia Export S.A., Santa María Agrícola S.A. y Surfrut Fresh S.A., empresas que representan más del 55% de las exportaciones totales de fruta fresca.
Este primer programa de trabajo se justifica en que la industria de fruta fresca chilena es líder a nivel mundial, pero la creación de variedades patentadas, el pago de royalties y el aumento en los requerimientos medioambientales pueden restringir el desarrollo futuro de la industria exportadora frutícola chilena. Junto con ello, se busca contribuir a mejorar la productividad y competitividad de algunos rubros que, por diferentes razones, deben lograr optimizar su sistema productivo. Para ello, se buscará incrementar la competitividad a largo plazo de la exportación de frutas y hortalizas chilenas, generando nuevas oportunidades de negocios a través de la implementación de un programa nacional de investigación, desarrollo e innovación orientado principalmente a la obtención de variedades de frutas, nuevas o mejoradas, considerando la utilización de herramientas biotecnológicas como el mejoramiento genético, marcadores moleculares, genómica funcional, bioinformática y eventualmente transgenia. Asimismo el Consorcio abordará materias relevantes de manejo agronómico de las especies y variedades que se cultivan en el país.
En la segunda línea de trabajo, el Consorcio de la Fruta alentará la Innovación Biotecnológica en la Producción de nuevas variedades de vides y frutales de carozo, con la participación de INIA, Agrícola Brown, Agrícola San Luis Ltda., Viveros El Tambo Ltda., Viveros Agrícola Los Olmos, The Andes Nursery Association (ANA), Sociedad Agrícola Uni-Agri Copiapó Ltda., UNIVIVEROS, Federación Gremial Nacional de Productores de Fruta FG (FEDEFRUTA) , Universidad de Chile, Univ. Sta. María, Univ. de Talca, Universidad Nacional Andrés Bello, Fundación Chile y Univ. de Cornell. Esta línea busca enfrentar la carencia de variedades desarrolladas en Chile y adaptadas a las condiciones de los mercados internacionales. Su objetivo es la puesta en marcha de un programa de largo plazo que permita abordar, desde la perspectiva de la biotecnología, desafíos de mercado para frutas de exportación vitales en la canasta actual de productos exportados: uvas y frutales de carozos.
Chile es un competidor importante en el comercio internacional de frutas y su producción de contra estación le permite abastecer los mercados del Hemisferio Norte cuando no hay competencia de producción local. El sector es muy exitoso, con exportaciones anuales de fruta fresca por US$ 1,6 billones. La perecibilidad de algunas frutas afecta severamente las ventas a mercados distantes y reduce el valor de la fruta exportada. En el caso de los frutales de carozos, se sabe que debido a la harinosidad que desarrollan cuando son almacenados en frío llegan en muy malas condiciones a los mercados de destino. En el caso de uvas, el aumento de la competencia mundial, de las pestes y enfermedades, de los requerimientos fitosanitarios y la mayor demanda de productos con menor aplicación de agroquímicos y de productos de mejor calidad, presentan una oportunidad para el desarrollo de nuevas variedades mejoradas que permitan un incremento en los precios y en la cantidad de fruta exportada de estas especies. También se trabajará para que las nuevas variedades que se generen, sean estas producidas por medio convencionales o por transgenia, puedan ser comercializadas en el extranjero, particularmente en el Hemisferio Norte.
Estos dos grupos de trabajo en el tema frutícola poseerán instancias de coordinación y un comité asesor científico y empresarial comunes. Además, se generará una plataforma común pre-competitiva de descubrimiento de genes y de desarrollo de marcadores moleculares (basados en los Consorcios de los Proyectos GenomaChile pre-existentes), que alimentará de información a ambos consorcios, la que será utilizada en sus Programas de Mejoramiento Genético.
Perfeccionar el vino
La industria del vino trabajará en dos grandes líneas de acción, cada una de ellas con integrantes y objetivos específicos. El Consorcio Tecnológico Empresarial de Investigación para la Vid y el Vino buscará potenciar la industria vitivinícola chilena en la generación de conocimientos y tecnologías necesarias para fortalecer la competitividad en los mercados globales y aumentar las exportaciones. Participarán la P. Univ. Católica, la Universidad de Concepción, Dictuc UC, la Fundación Agro-UC, la Asociación de Viñas de Chile AG, y las viñas Concha y Toro, Cousiño Macul, Echeverría, Viñedos Emiliana, Errázuriz, Los Vascos, Morandé, San Pedro, Santa Rita, Tarapacá Ex Zavala y Undurraga. Entre sus objetivos se propone mantener y mejorar la capacidad productiva y exportadora que ha alcanzado el sector vitivinícola, desarrollar programas de investigación orientados a potenciar la calidad, productividad y diferenciación del vino y producción sustentable; y fortalecer el programa de postgrado para incorporar cambios y mejorar competitividad internacional.
Con esta línea de trabajo se espera lograr un efecto gradual de aumento de las exportaciones, con su mayor impacto después del 2010, así como conseguir en el mediano plazo que aumente la venta de vinos con precios mayores y disminuya la venta de vino de bajos precios. También se invertirá en formar alianzas estratégicas con centros tecnológicos nacionales e internacionales, y desarrollo de servicios de consultoría y creación de Empresas de Transferencia Tecnológica y de Servicios.
Por su parte, en el Consorcio Tecnológico Empresarial del Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico de la Vitivinicultura Chilena participarán la Universidad de Talca, la Universidad de Chile, la Universidad Técnica Federico Santa María, la Asociación de Productores de Vinos Finos A.G., la Corporación Chilena del Vino A.G. y Tonelería Nacional Ltda. Así se creará una alianza que reúna al sector privado y a los distintos centros de investigación para aprovechar las fortalezas de cada sector y trabajar en conjunto. Entre sus objetivos se incluyen el promover el desarrollo tecnológico de la industria vitivinícola chilena mediante un esfuerzo cooperativo y multidisciplinario de investigación y desarrollo, que maximice el uso de los recursos disponibles y permita mejorar la competitividad del vino chileno en los mercados internacionales, así como realizar investigación aplicada en viticultura y enología, en líneas de trabajo priorizadas por la industria, colectar y difundir información técnica y económica, y desarrollar productos tecnológicos patentables y específicos a la vitivinicultura.