Noticias

Se analizan centros de investigación como modelo exitoso de vinculación Universidad, Empresa y Gobierno en la Región

Publicado 16-08-2007

El evento permitió visualizar logros y fortalezas de la experiencia de Centros de Excelencia en Investigación en América Latina; así como importantes desafíos en torno a la relación entre el mundo público, académico y privado. Uno de ellos, dice relación con el rol que se debe otorgar al conocimiento, a la innovación y al capital humano.

“Centros de Investigación: estrategias exitosas de vinculación Universidad – Empresa – Gobierno en América Latina”, es el nombre del seminario internacional que se realizó hoy, en el Campus Casona de Las Condes de la Universidad Andrés Bello, con la participación del Ministro de Economía Alejandro Ferreiro y la Presidenta de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, CONICYT, Vivian Heyl.

El objetivo del seminario era dar a conocer los resultados del proyecto de investigación “Universidades Latinoamericanas y su Contribución para el Desarrollo Sostenible de la Región”, estudio comparado realizado en 16 centros universitarios de investigación de primer nivel en Argentina, Brasil, Chile y México.

Los argentinos Ana García de Fanelli y Andrés Balán; el brasileño Simón Schwartzman y el chileno Andrés Bernasconi -todos especialistas en educación superior-, idearon este proyecto que analiza el aporte de las universidades al desarrollo de América Latina y permite conocer, por una parte, la realidad del continente en cuanto a la investigación científica y tecnológica y su vinculación con la actividad productiva y, por otro lado, reforzar los lazos de cooperación internacional ya existentes en estas materias.

El evento, que convocó a la comunidad académica nacional, a los empresarios y a las autoridades de Gobierno, fue organizado por la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la Universidad Andrés Bello, contó con el auspicio de Fundación Ford y la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS), y con el patrocinio de CONICYT.

La apertura estuvo a cargo del Rector de dicha Casa de Estudios, Rolando Kelly, y se prosiguió con la Ponencia “Ciencia, innovación y desarrollo”, a cargo del Ministro de Economía Alejandro Ferreiro.

El seminario estuvo diseñado en dos partes, durante la mañana se presentaron las síntesis de la realidad de la región. Entre ellas, podemos mencionar la exposición “Ciencia y desarrollo en América Latina: el contexto”, a cargo de Hernán Chaimovich de la Universidad de São Paulo y Co-Chair de la IANAS; la presentación de Ana García de Fanelli del Centro de Estudios de Estado y Sociedad de Buenos Aires, sobre “Actividad de Investigación con Impacto Social en las Universidades Argentinas: Actores, Estrategias y Obstáculos” y la ponencia de Andrés Bernasconi, de la Universidad Andrés Bellos, quien se refirió a la producción científica y transferencia de conocimientos, a partir de estudios de casos en universidades chilenas.

Durante la tarde se abordaron temas transversales, como “Financiación a la cooperación universidad-industria”; “Producción académica y propiedad intelectual” e “Incentivos y obstáculos al emprendimiento académico en América Latina”.

El Cierre del Seminario estuvo a cargo de la Presidenta de CONICYT, Vivian Heyl, quien manifestó que la evidencia internacional confirma que la habilidad de los países de innovar e introducir cambios tecnológicos es determinante para poder alcanzar altos niveles de progreso. “La capacidad de innovación está relacionada estrechamente con los niveles de inversión en Investigación y Desarrollo, el grado de articulación existente entre el sector privado, las universidades y el sector público, y muy especialmente, con la calidad del capital humano disponible en la economía”, detalló.

Asimismo, la autoridad de CONICYT planteó que las universidades pueden obtener de las empresas importantes recursos para desarrollar investigación en ciencia y tecnología y, para formar profesionales altamente calificados, mientras que las empresas pueden encontrar en las universidades las capacidades científicas y tecnológicas necesarias para aumentar su competitividad, y lo más importante, para innovar. “Este círculo virtuoso, que debe ser avalado por un sistema de apoyo desde el sector público, permitirá que nuestras naciones puedan competir en mercados cada vez más globalizados y, a la vez, desarrollar nuevas oportunidades de negocios”, puntualizó.

En el caso específico de CONICYT, a través de sus programas y líneas de acción “estamos aportando a un Sistema Nacional de Innovación que incorpora las sinergias entre el mundo universitario, el sector productivo y el gobierno”, concluyó Heyl.