Entrevistas

Dr. Miguel Kiwi: “Fondecyt es el eje del desarrollo científico y tecnológico de Chile”

Publicado 06-11-2007

El Premio Nacional de Ciencias Exactas 2007 se refiere en esta entrevista a las aplicaciones prácticas del conocimiento científico en general y de sus propias investigaciones, resaltando la importancia de Fondecyt en su carrera.

Reconocido este año con el Premio Nacional de Ciencias Exactas, por su destacada labor en el desarrollo de la física en Chile, el Dr. Miguel Kiwi ha contribuido en la formación de numerosos doctores en su área.

El connotado científico, de 69 años, trabaja como profesor del Departamento de Física de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Entre 1984 y 2007 ha dirigido o participado en más de 20 investigaciones adjudicadas por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, Fondecyt, de CONICYT. El estudio de las propiedades electrónicas y magnéticas de los metales y de las características físicas de nanoestructuras y moléculas son algunos de los proyectos en que ha trabajado durante estos años.

 

Las teorías científicas que ha desarrollado el Dr. Kiwi, se caracterizan por su gran impacto a nivel internacional, contabilizando más de 160 citas por parte de sus colegas de todo el mundo. Este último logro es uno de los indicadores más importantes del éxito de un investigador y corresponde específicamente a su Teoría de la Anisotropía de Intercambio, considerada uno de los principales hitos de su carrera.

 

Pero aparte del valor del conocimiento teórico, sus descubrimientos en este tema se utilizan de manera intensiva por parte de la industria de la grabación magnética, específicamente en los cabezales de lectura de los discos duros de los computadores.

 

Consultado sobre la relevancia de desarrollar la ciencia básica, entendida como aquella que no propone, en principio, aplicaciones prácticas al conocimiento generado, Miguel Kiwi asegura: “Como lo he afirmado en otras ocasiones, la investigación básica es la mejor inversión que puede hacer un país, por las eventuales aplicaciones que puede tener”.

 

¿Ha propuesto o desarrollado aplicaciones a partir de los conocimientos que su trabajo como científico ha aportado?

 

Tengo buenos argumentos para demostrar mi aseveración anterior, sobre la importancia de la ciencia básica. Y estoy seguro que son muy convincentes. Sin embargo, no he sostenido que seamos nosotros, que hacemos ciencia básica, los que necesariamente debamos desarrollar las aplicaciones prácticas, ni que seamos los llamados a formar empresas para generar nuevos productos.

 

¿Pueden combinarse en un mismo investigador ambas actividades?

 

Ello se puede dar, pero es más bien excepcional. Nuestro rol es de por si múltiple: hacemos investigación básica (vale decir, nos interesamos por entender la Naturaleza) sin pensar en un fin práctico inmediato; formamos profesionales tanto en nuestra especialidad como en las diversas carreras profesionales; tratamos de educar al público general, etc.

 

¿Puede esperarse que el conocimiento científico “puro” no tenga necesariamente ninguna aplicación práctica?

 

He observado que con mucha frecuencia, aunque no siempre, los descubrimientos científicos interesantes, con el tiempo, llevan a insospechadas y muy importantes aplicaciones tecnológicas.

 

Otros investigadores han desarrollado aplicaciones a partir de los descubrimientos que usted realizó?

 

Si. Los laboratorios industriales, por ejemplo la IBM, han usado fenómenos físicos que he investigado, incorporándolos y transformándolos en productos comerciales.

 

¿A qué se denomina específicamente nanociencia?

 

En este contexto, el término nano se refiere a longitudes pequeñas, más precisamente un mil millonésimo de metro. Ello equivale a aproximadamente al largo de 20 átomos puestos en fila. Se entiende entonces por nanociencia las propiedades de objetos de tamaño nano que, siendo especiales y distintas al mundo macro, abren interesantes perspectivas de nuevos fenómenos y de impredecibles aplicaciones.

 

La nanociencia describe la Naturaleza a una escala nano. Sus aplicaciones son las que tienen implicaciones para la nanotecnología.

 

¿Cuales son las aplicaciones más futuristas que usted concibe para las nanotecnologías?

 

En este momento, las nanotecnologías llevan a la fabricación de nanodispositivos cada vez más eficientes en el uso de la energía.

 

Justamente, si algo he aprendido es que la investigación científica y sus aplicaciones prácticas son imprevisibles. Esto es lo fascinante y lo más interesante. Pero, si me pone entre la espada y la pared, yo me juego en que habrá desarrollos espectaculares en biomedicina generados con, y/o a partir de, objetos nanoscópicos.

 

¿Cuál ha sido su experiencia con respecto a Fondecyt, como investigador?

 

Fondecyt para mí es el eje del desarrollo científico y tecnológico de Chile. Es el instrumento que me ha permitido llevar a cabo mis trabajos de investigación durante más de dos décadas. Sólo tengo palabras de reconocimiento por su eficiencia y transparencia, y por la abnegada labor de sus funcionarios.

 

Actualmente el Dr. Kiwi forma parte de un proyecto de Financiamiento Basal en Nanociencia y Nanotecnología, presentado a CONICYT hace algunas semanas. “Espero que la suerte nos acompañe y que pueda seguir laborando eficazmente en esta desafiante frontera del conocimiento” afirma este incansable científico, un auténtico orgullo para Chile.