Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica

[10/03/2009] A sus 25 años, Alexandra avanza en el mundo de la ciencia y reflexiona: “Se nota que hay menos mujeres en posiciones más altas, pero creo que no es por discriminación sino por la visión que tenemos algunas mujeres, que a veces puede llevarnos a preferir la familia antes que un proyecto profesional personal, por una suerte de instinto familiar”.

A Raquel Gutiérrez siempre le gustó experimentar. “Trabajar en un laboratorio tiene la magia de poder crear; es como la cocina, vas añadiendo ingredientes y… aparece un pastel. La satisfacción es la misma que al probar un bocado”.

En estos momentos, Raquel practica su magia en el Crucero Científico Humboldt 2009, específicamente en los laboratorios del Hespérides. Es técnico laboratorista del Imedea-CSIC (Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, sede Mallorca) y trabaja con el grupo de Oceanografía que lidera la Dra. Susana Agostí.

“Este trabajo es un vicio por el ritmo que tiene, hay mucho conocimiento por aprender y personas por conocer, por que la ciencia es pura curiosidad”, comenta mientras prepara muestras para análisis. “Si yo no hago bien mi trabajo el proceso completo de investigación no resultará”, dice esta oriunda de Málaga.

Este es su primer crucero científico, y piensa que por ser mujer no ha tenido ningún trato especial. “En la ciencia te valoran por tu trabajo y tu currículum, así es como yo he llegado hasta acá, porque el sistema de integración de becas nos da la oportunidad de competir en igualdad de condiciones. Si bien hay algunos trabajos puntuales en terreno donde se prefiere a los hombres, no percibo ningún atisbo de machismo”, concluye.

Alexandra Coello ya vive su cuarta campaña de investigación a bordo del Hespérides. Esta bióloga ambiental, nacida en Orense, Galicia, ha incursionado en el Ártico y la Antártica, dos veces, desde donde venía para integrarse al Crucero Científico Humboldt 2009. Está haciendo su tesis doctoral en microalgas marinas, también al alero del Imedea-CSIC, de Mallorca.

“Siempre me gustó la naturaleza, ya no observar sólo su belleza sino que saber como funciona y comprenderla a fondo. Tampoco me gusta estar siempre en un laboratorio, por lo que escogí la Biología Ambiental, porque tiene un amplio campo de conocimiento.

A sus 25 años, Alexandra avanza en el mundo de la ciencia y reflexiona: “Se nota que hay menos mujeres en posiciones más altas, pero creo que no es por discriminación sino por la visión que tenemos algunas mujeres, que a veces puede llevarnos a preferir la familia antes que un proyecto profesional personal, por una suerte de instinto familiar”.

Ambas contribuyen a darle a la ciencia que se hace a bordo del Hespérides un rostro de mujer.

Más sobre la expedición y sus protagonistas en:
http://humboldt2009.explora-conicyt.org