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El ingenio de un proyecto financiado por CONICYT que el terremoto no destruyó

Publicado 05-04-2010

Los disipadores de energía y el aislamiento sísmico:

[05/04/2010] Desde 1996, el ingeniero estructural Juan Carlos de la Llera y su equipo han estado trabajando en sistemas innovadores para reducir las vibraciones en estructuras. El terremoto del 27 de febrero fue una prueba de fuego para ellas; la resistieron con éxito. Uno de los casos más notables fue el del muelle de Coronel, que, dotado de los novedosos sistemas, continuó operativo después del sismo. El aislamiento sísmico de un puerto es una idea única en el mundo de De la Llera y su grupo.

Con sus 52 pisos y sus 190 metros de altura, era un desafío saber cómo resistiría el edificio Titanium, el fuerte terremoto del 27 de febrero.

Más aún cuando se sabe que el recién construido edificio, de 150 mil toneladas, cuenta con una moderna tecnología antisísmica, fruto de varios proyectos Fondef.

No se quebró ni un solo vidrio. Los disipadores sísmicos fueron capaces de absorber al menos el 30% de la energía con que el movimiento telúrico azotó a la torre.

Es admirable.

“Fue muy exitoso. ¡Gran logro para Fondef!”, comenta Juan Carlos de la Llera, profesor de Ingeniería Estructural y Geotécnica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el investigador principal de estos proyectos Fondef que comenzaron en 1996. “El comportamiento ha sido muy exitoso en la protección de la estructura, así como también de los contenidos”.

El ingeniero Juan Carlos de la Llera, profesor de Ingeniería Estructural y Geotérmica de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ha estado a cargo de varios proyectos Fondef, desde el año 1996, relacionados con sistemas innovadores para reducir las vibraciones en estructuras. (Foto: Gentileza de la PUC)

De la Llera hace notar que estos resultados tan positivos se han observado tanto en las estructuras que tienen disipadores de energía (la Torre Titanium y el Edificio Parque Araucano) como en las que cuentan con aislamiento sísmico (como el edificio de la Clínica UC San Carlos de Apoquindo, el edificio de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, el Hospital Militar en La Reina, dos edificios de consultas de la ACHS y el nuevo muelle del Puerto Coronel).

El caso del muelle de Coronel es el más llamativo. “Continuó operativo a pesar de la gran intensidad sísmica que se sintió en la zona y que hizo que una serie de otras estructuras portuarias cercanas sufrieran importantes daños”, señala Juan Carlos de la Llera. El éxito es mayúsculo porque el aislamiento sísmico de un puerto es una idea única en el mundo de De la Llera y su grupo.

Estos sistemas capaces de controlar significativamente los daños en caso de terremoto obtuvieron el mayor monto en el XV Concurso de Proyectos de Investigación y Desarrollo (I+D) de Fondef, adjudicado en el año 2008. Eran $448 millones.

Se justificaba. “Imagine lo que significa sentir ocho veces menos un terremoto; es algo muy notorio”, observó en esos momentos De la Llera.

En el proyecto Fondef de CONICYT “Segunda Generación de Sistemas de Reducción de Vibraciones para Estructuras: Sistemas Semiactivos, Compuestos y Autocentrantes” participan, además, DICTUC, Weir Vulco, VMB y la constructora e inmobiliaria CIP (que ya usó esta tecnología en el Edificio Parque Araucano).

Se llama “segunda generación” porque la primera fue otro proyecto Fondef del período 1996-1999. De la Llera recién había regresado a Chile en 1996, después de doctorarse en la Universidad de California en Berkeley. Su participación en este proyecto Fondef fue el punto de partida para que, junto a su equipo del Departamento de Ingeniería Estructural y Geotécnica, iniciara la exploración de dispositivos de protección sísmica. Investigaron compuestos elastoméricos (goma natural) de alto amortiguamiento, como materia prima para los aisladores. Después, éstos se combinan con láminas de acero, y se disponen en forma de torta.

En 1999, un segundo proyecto Fondef de CONICYT permite al grupo obtener el primer proyecto de transferencia tecnológica que incuba a la empresa Sirve S.A. (2003), que se dedica a desarrollar tecnologías de reducción de vibraciones en todo tipo de estructuras.

Actualmente, y debido al éxito demostrado, De la Llera ha recibido innumerables contactos desde Perú, Colombia, México y otros países sísmicos de Latinoamérica, interesados en incorporar esta tecnología en sus estructuras. “Es muy probable que durante el año 2010 se instalen los primeros dispositivos chilenos en algunas estructuras de estos otros países”, comenta De la Llera. “El modelo de negocios existe y el equipo chileno cuenta con amplia experiencia como para exportar exitosamente esta tecnología”.

El terremoto del pasado 27 de febrero fue la gran prueba que las nuevas tecnologías de protección sísmica estaban esperando. “El éxito fue total, y la protección de las estructuras y sus contenidos hace ver que esta tecnología permite garantizar la continuidad de operación de las estructuras incluso bajo sismos tan severos como el recién pasado”, observa De la Llera. “Corresponde simplemente a un nuevo estándar de construcción sismo resistente de nuestro país, que ahora se tenderá a imponer al menos en todas las estructuras y líneas vitales que deban permanecer operativas luego de un sismo severo”.

El Director Ejecutivo del programa Fondef de CONICYT, Gonzalo Herrera, señala: “Este conjunto de proyectos expresa de modo inmejorable lo que persigue Fondef: apoyar proyectos de investigación de alto nivel científico-tecnológico, cuyos resultados generen actividad económica en el ámbito de la alta tecnología, con productos de excelencia y altísimo beneficio social”.

El edificio Titanium cuenta con avanzados sistemas disipadores de energía. (Foto: Gentileza de Sirve S.A.)

 

Los Proyectos Fondef de De la Llera

Juan Carlos de la Llera fue el investigador principal en 1996 del proyecto Fondef “Desarrollo, Fabricación, Ensayo, e Implementacion de Sistemas Innovativos de Reducción de Vibraciones”.

Como resultado del proyecto anterior, se desarrollaron dos conjuntos de resultados comercializables: uno referente a nuevos sistemas de reducción de vibraciones (SRV), en particular aisladores sísmicos y disipadores de energía, y un segundo correspondiente a nuevos servicios de ensayos dinámicos a través de DICTUC. Para proyectar este negocio en Chile y Sudamérica, se adjudica el año 1999 el “Proyecto Sirve 2000: Sistemas Innovativos para la Reduccion de Vibraciones en Estructuras”.

El último proyecto, “Segunda Generación de Sistemas de Reducción de Vibraciones para Estructuras: Sistemas Semiactivos, Compuestos y Autocentrantes”, data de 2008, y Juan Carlos de la Llera es su Director General.

De la Llera también participó como investigador desarrollando tecnología de aislamiento sísmico de bajo costo en el proyecto Fondef “Tecnología, Arquitectura y Diseño Urbano para una Nueva Vivienda Social” (2002).