Columnas de opinión

Dora Altbir, directora Centro Basal para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología (CEDENNA) Los desafíos de la igualdad de género

Publicado 01-02-2011

Es imperativo incorporar más mujeres al campo de la ciencia y la tecnología, ofreciendo soluciones concretas a su carrera científica. Se valora en este sentido, la decisión de CONICYT de proporcionar cobertura y financiamiento de los períodos pre y post natal a las becarias de Doctorado y a las investigadoras responsables de proyectos de Fondecyt de Postdoctorado, manteniendo el mismo monto de subsidio mensual que se les paga durante la vigencia del proyecto.

 

La equidad entre los géneros se ha transformado en un factor tan clave para el desarrollo, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo estableció como uno de sus “Objetivos de Desarrollo del Milenio”.

 

En nuestro país, durante las últimas décadas se avanzó en la construcción de institucionalidades y normativas para proteger esta igualdad. Más aún, el propio Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2010, elaborado por el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), está dedicado al género y los desafíos de la igualdad.

 

El Informe da cuenta de los importantes cambios que se han producido en Chile con miras a lograr una mayor igualdad entre mujeres y hombres. Asegura que son profundos y valorados positivamente por las personas, aunque con una dimensión ambivalente en sus consecuencias. Da cuenta de un mayor malestar masculino por este nuevo escenario que pone en duda las bases de su identidad y expone cómo, entre el año 2001 y 2008, el número de denuncias por violencia intrafamiliar aumentó 68%. Para enfrentar los desafíos futuros, el rol de las universidades es crucial. Primero, se advierte que la educación posee una dimensión ética, que en el terreno del aprendizaje y de la construcción de valores debe incorporar una cultura de igualdad de géneros. Segundo, se reconoce que la universidad no sólo forma especialistas y profesionales de excelencia, sino también ciudadanos. Y la construcción de una ciudadanía activa supone consideraciones, tratos mutuos de respeto, y acciones pro-equidad.

 

En esta línea, la Universidad de Santiago de Chile (USACH), está desarrollando una meritoria iniciativa institucional para avanzar en la equidad entre los géneros. Se trata del Programa “Igualdad en la Diferencia”, que al alero de la Comisión de Responsabilidad Social Universitaria, lleva un par de años realizando distintas actividades en esta temática.

 

Si miramos el caso de la investigación científica y tecnológica, se puede advertir que aún persiste una brecha de géneros importante. La falta de confianza en las habilidades femeninas aún acompaña a la mujer para ganarse el legítimo derecho a trabajar en labores científicas.

 

Ningún país -y menos el nuestro que se encuentra embarcado en la promoción de una economía basada en el conocimiento-, puede darse el lujo de desaprovechar el tremendo aporte que sus mujeres de ciencias -las de hoy y las que vendrán en el futuro-, entregarán para el desarrollo de un Chile mejor, más próspero e igualitario.

 

Es imperativo incorporar más mujeres al campo de la ciencia y la tecnología, ofreciendo soluciones concretas a su carrera científica. Se valora en este sentido, la decisión de CONICYT de proporcionar cobertura y financiamiento de los períodos pre y post natal a las becarias de Doctorado y a las investigadoras responsables de proyectos de Fondecyt de Postdoctorado, manteniendo el mismo monto de subsidio mensual que se les paga durante la vigencia del proyecto.

 

Iniciativas como estas permiten mejorar las condiciones para que más mujeres accedan a la formación de excelencia en las disciplinas que el país requiere. Para ello, debemos facilitar esa incorporación a través de la aplicación de políticas que garanticen la equidad de género en el ámbito de la investigación científica, contribuyendo así, a la formación de una cultura científica y tecnológica que visibilice y valore el aporte de nuestras mujeres en este ámbito.

 

Dora Altbir, directora Centro Basal para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología (CEDENNA)