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CONICYT y sus aportes en el centro del desafío país: la educación

Publicado 17-02-2011

[17/02/2011] Sólo en 2010, la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica -entidad dependiente del Ministerio de Educación- destinó cerca de $6.400 millones para financiar 35 proyectos de investigación y 106 becas para profesionales de la educación. Eso, sin contar los $80 mil millones del Programa Formación de Capital Humano Avanzado, que otorgó el año pasado 1.726 becas de magíster y doctorado para cursar en Chile y en el extranjero.

 

Cristián Cox, Director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE) y del Programa de Doctorado de la UC.

 

“La educación está en el centro del desafío país, es nodal, es estratégica, decisiva para la realización de los sueños del país. Educación no es una política sectorial, es el nudo estratégico del proyecto de desarrollo socioeconómico y político del país. Está en la base”, comenta Cristián Cox, Director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE). Y añade: “En 10 años plazo Chile debiese lograr el promedio de la OCDE, donde está Portugal y EE.UU. No es fácil, no está cerca, pero es alcanzable”.

 

El CEPPE y el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) fueron los dos proyectos seleccionados por CONICYT en el Primer Concurso Nacional para la Creación de Centros de Investigación Avanzada en Educación (ver recuadro). Los objetivos de estos centros -que reciben $450 millones anules por parte de CONICYT- son formar capital humano avanzado, generar innovación, apoyar el desarrollo de políticas públicas en educación y desarrollar investigación de excelencia en educación.

 

 

Alejandra Mizala, Directora Académica del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), encabezado por la U. de Chile.

 

“Estamos convencidos de que el campo educacional verá enormemente fortalecidas sus prácticas si cuenta con más y mejor evidencia científica. Se debe investigar en educación para contribuir al mejoramiento de las oportunidades educativas de los niños y jóvenes, para generar conocimiento que permita comprender las condiciones que favorecen el aprendizaje e identificar aquellas que lo dificultan, poniendo especial énfasis en los desafíos de mejorar la calidad y la equidad de la educación”, explica Alejandra Mizala, Directora Académica del CIAE.

 

Cox cita una de esas condiciones que perjudicaron la educación: “Lo que ocurrió con las facultades de educación en el pasado fue un gran cierre de ellas sobre sí mismas, tenían unas murallas muy altas y anchas que las aisló de las facultades disciplinarias (biología, física, ingeniería, derecho, etc.). Estos centros nuevos -CEPPE y CIAE- trabajan en forma consistente en la dirección exactamente contraria, generan puentes en vez de murallas”.

 

Los videojuegos como laboratorios

 

Esos puentes permiten trabajar en pro de la educación a profesionales de todas las disciplinas. La palabra clave, entonces, es la multidisciplinariedad. Roberto Araya, investigador del CIAE, es un claro ejemplo. De formación ingeniero matemático, trabajó originalmente en robótica e inteligencia artificial. Luego realizó unas pasantías en el Departamento de Psicología de la Universidad Carnegie Mellon (EE.UU.). Allí investigó cuáles son los mecanismos que los niños emplean para aprender matemáticas. Su función fue crear un modelo, un simulador computacional, que “se comporta más o menos como los niños aprendiendo matemáticas”, explica.

 

“La gente lo ve como muy distinto. Pero está todo relacionado. No es que por allá está el mundo de las matemáticas o la ingeniería y por acá el mundo social, la educación. No, están mucho más unidos que lo que uno, normalmente, se imagina. Cada uno tiene su aporte, su mirada”, recalca.

 

En 2006, el Dr. Araya ganó el proyecto Fondef de CONICYT “Estrategias y herramientas para la enseñanza de la matemática basadas en metáforas”, una iniciativa de tres años que cuenta con un presupuesto de casi $300 millones.

 

“El concepto de metáforas es que el lenguaje se apoya para lo abstracto en cosas más instintivas. Por ejemplo, todo lo que es espacial -atrás, adelante, izquierda, derecha, cuánto hemos avanzado- es un conocimiento innato que tenemos los mamíferos y muchos otros animales. Pero dos menos tres es algo abstracto. Sin embargo, se puede pensar como que estoy en el segundo piso y tengo que bajar tres y ahí se pueden entender los números negativos. Si hago este puente entre lo abstracto con lo innato, a eso lo llamamos metáforas y hay unas más poderosas que otras”, explica.

 

Y añade que “este proyecto consiste en promover metáforas adecuadas que nos sirvan para enseñar conceptos complejos. En el caso de matemáticas son las fracciones y el álgebra. Está estudiado que cada disciplina tiene una o dos rocas más pesadas que mover”.

 

Enfocados tanto en lo local como en Latinoamérica

 

 

El Dr. Araya creó con un proyecto Fondef los Torneos Nacionales de Juegos Online de Matemáticas. Ahora, gracias a un proyecto TIC EDU, también de Fondef, comenzará con Torneos Nacionales de Juegos Masivos Online de Ciencias.

 

Para diseminar estas metáforas, el Dr. Araya comanda los Torneos Nacionales de Juegos Online de Matemáticas. En 2008 comenzó con 600 estudiantes. Actualmente, existen más de 10 mil escolares inscritos a lo largo de Chile. Y en el primer semestre de 2011 se realizará en Primer Torneo Latinoamericano de Matemáticas, donde participarán unos 500 alumnos de Costa Rica, Panamá, Nicaragua y Colombia. “El mejor laboratorio son los niños en sus mismas condiciones. Estos torneos son laboratorios que entregan una mina de información”, comenta.

 

Pero el Dr. Araya quiere llegar más allá, dar otro paso, enseñar “una de las rocas” de la biología: la evolución de las especies y el mecanismo de selección natural. El V Concurso TIC EDU, también de Fondef de CONICYT, financiará su proyecto “Torneos Nacionales de Juegos Masivos Online de Ciencias” por dos años y por un monto cercano a los $180 millones.

 

En total, durante 2010, el Programa Fondef de CONICYT financió 11 nuevas iniciativas vinculadas con educación por más de $2.100 millones.

 

Daniel Quilaqueo es otro ejemplo de la conexión de la educación con las distintas disciplinas. Inició su carrera como físico, luego cursó un doctorado en sociología, donde comenzó a estudiar a los mapuches argentinos. Así llegó a la educación en el mundo mapuche. Este docente de la Universidad Católica de Temuco realizará uno de los 22 proyectos Fondecyt de CONICYT 2011 relacionados con educación: “Tipificación de los métodos educativos mapuches: bases para la educación intercultural”.

 

El objetivo de esta propuesta es construir una tipología de los métodos educativos mapuches desde el discurso de los kimches (sabios). “La educación mapuche se basa en ciertos métodos y en la oralidad, que está enlazada a la memoria social de la familia y de la comunidad, donde los contenidos educativos se enseñan mediante mitos y relatos y de adivinanzas como cuentos, entre otros”, explica. Finalmente, lo que procura este proyecto es incluir la racionalidad propia de la educación mapuche en los subsectores de Lenguaje y Comunicación; Comprensión del Medio Natural, Social y Cultural y en Artes y Tecnologías en Educación Básica.

 

En 2011, el Concurso Regular de Fondecyt de CONICYT realizó un gran salto en educación, multiplicando más de cinco veces sus recursos: $1.400 millones para 22 iniciativas versus los $250 millones para 13 proyectos de 2010.

 

 

Jorge Pinochet, estudiante del doctorado en Educación de la UC y beneficiario de una beca CONICYT.

 

Uno de los casos más potentes del apoyo de CONICYT en educación es su Programa Formación de Capital Humano Avanzado que en 2010 contó con un presupuesto superior a los $82 mil millones. Entre otros instrumentos, este programa posee becas de magíster y doctorado para cursar en Chile y en el extranjero. En 2010 fueron entregadas 1.726 becas de postgrado. Entre estos beneficiados, 106 optaron por especializarse en educación. Jorge Pinochet es uno de ellos. Tras licenciarse en Física en la Pontificia Universidad Católica de Chile, comenzó a trabajar en una serie de proyectos educativos y como docente en colegios y universidades. “Me fui enamorando de la educación”, comenta, así que decidió postular a una Beca de CONICYT para cursar un Doctorado en Ciencias de la Educación en la UC. “Existe, aproximadamente, un 50% de déficit en profesores de física. Y ni hablar de la investigación en educación de la física, es prácticamente inexistente en nuestro país”, argumenta.

 

Si bien aún no comienza su tesis, tiene clarísimo los temas que quiere investigar. “Las habilidades y competencias en la enseñanza de la física y, además, un elemento transversal, que es la comprensión lectora y cómo ésta influye en el desempeño en ciencias. Sin comprensión lectora, los resultados en ciencias son paupérrimos, están íntimamente relacionados”, concluye.

 

La futura tesis de Jorge, que unirá Lenguaje y Comunicación con la Física, recuerda las palabras del Dr. Cox, Director del CEPPE y del Programa de Doctorado de la UC: “La universidad tiene departamentos, el mundo tiene problemas. Nosotros en el CEPPE y en el CIAE trabajamos los problemas conectando los departamentos”.

 

CONICYT y la Educación

 

Sólo en 2010, la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica destinó cerca de $6.400 millones para financiar 35 proyectos de investigación y 106 becas para profesionales de la educación. Eso, sin contar los $80 mil millones del Programa Formación de Capital Humano Avanzado, que otorgó el año pasado 1.726 becas de magíster y doctorado para cursar en Chile y en el extranjero.

 

En los últimos cinco años, la inversión de esta institución -dependiente del Ministerio de Educación- supera los $14 mil millones en investigación en el área y los $160 mil millones en la formación de capital humano avanzado.

 

El 2011 partió con el pie derecho en educación. El Programa Regular de Fondecyt de CONICYT más que quintuplicó sus recursos en esta disciplina (comparado con 2010), cerca de $1.400 millones para 22 proyectos.

 

En el año 2008, CONICYT financió, a través de su Programa de Investigación Asociativa (PIA), la creación de los dos Centros de Investigación Avanzada en Educación. Cada una de estas entidades recibe $450 millones anuales durante tres años. El Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE) está encabezado por la Pontificia Universidad Católica de Chile y en éste también participan la Universidad Alberto Hurtado, la Universidad de la Frontera y la Fundación Chile. Su director es el sociólogo Cristian Cox. Mientras que el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) lo integran la Universidad de Chile, la Universidad de Concepción y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Su director es el ingeniero matemático Rafael Correa.

 

Ambos centros -el CIAE y el CEPPE- organizaron el Primer Congreso Interdisciplinario de Investigación en Educación, que se realizó entre el 30 de septiembre y el 1º de octubre recién pasados. Se presentaron 300 trabajos al Congreso y fueron aceptados 70. Participaron más de 500 personas de distintas regiones del país. La iniciativa pretende repetirse cada dos años.

 

El mismo PIA posee tres anillos de investigación vinculados con educación. Cada uno de estos proyectos recibe $65 millones anuales. Los Anillos de Investigación financian proyectos de investigación sustentados en un trabajo colaborativo amplio y multidisciplinario.

 

Los tres anillos de investigación son: Programa de investigación en políticas de educación superior, dirigido por José Joaquín Brunner; Dialéctica de los aprendizajes y ruptura del circulo de bajos aprendizajes de alta vulnerabilidad, encabezado por Abelardo Castro (U. de Concepción) y La educación ante el riesgo de fragmentación social: ciudadanía, equidad e identidad nacional, presidido por Sol Serrano (PUC).

 

En total, el PIA destinó en 2010 poco más de mil millones de pesos en investigación sobre educación.