La reunión, que estuvo moderada por el Director de El Mercurio de Antofagasta, Mauro Robles y complementada con el punto de vista institucional y humano del Rector de la Universidad de Antofagasta, Luis Alberto Loyola logró establecer la importancia del rol de la mujer en el ámbito científico y educacional.

En 1903, Marie Curie fue la primera mujer en obtener un Premio Nobel, hazaña que logra repetir en el año 1911, pero esta vez en el campo de la química. Cien años después y en Antofagasta, un grupo de mujeres se reúne en torno a una mesa para conversar sobre ciencia, género y oportunidades, en un encuentro desayuno realizado por la Coordinación Regional de EXPLORA CONICYT, y El Mercurio de Antofagasta.

El panel estuvo compuesto por la Coordinadora de EXPLORA CONICYT de Antofagasta, Gladys Hayashida, Ingeniero en Acuicultura y Magister en Ciencias, de la Universidad de Kyoto, Japón, asimismo participó la Doctora en Ciencias de la Ingeniería, mención en Química, María Luisa Taboada, quien trabaja en el Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Antofagasta y en el Centro Tecnológico para la Minería, CICITEM, sus intereses de investigación están relacionados con el diseño de procesos, cristalización, equilibrio de fases y transferencia de calor y masa, entre otros. También estuvo presente, la Doctora en Ciencias Naturales y Microbiología, Cristina Dorador, quien actualmente ejerce la docencia y dirige investigaciones en la Facultad de Recursos del Mar de la Universidad de Antofagasta. Sus líneas de investigación están dirigidas al área de ecología microbiana, microbiología y limnología, disciplina que estudia ecosistemas acuáticos en lagos, ríos, lagunas, etc. Y finalmente, la Doctora en Química, María Cecilia Hernández, quien además de ser académica de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Biológicas de la Universidad Católica del Norte, combina su tiempo con labores en el CICITEM, donde realiza investigaciones alusivas a la metalurgia, a la tecnología y a la ciencia de la ingeniería.

La reunión, que estuvo moderada por el Director de El Mercurio de Antofagasta, Mauro Robles y complementada con el punto de vista institucional y humano del Rector de la Universidad de Antofagasta, Luis Alberto Loyola logró establecer la importancia del rol de la mujer en el ámbito científico y educacional. Principalmente, por sus atributos de organización y por la capacidad de centrarse a la vez en objetivos comunes e individuales y algo no menos importante es que están mucho más dispuestas a generar instancias de divulgación. Área que se encuentra bastante deficiente, pues a nivel académico no es una actividad que sea obligatoria realizar una vez terminada una investigación.

En este encuentro que fue definido por sus asistentes como bastante enriquecedor, se conjugaron varios elementos que pusieron de manifiesto la necesidad de valorar la contribución femenina a la ciencia y no tan sólo considerarlas en las estadísticas como elementos de victimización. Pues existen un sinfín de atributos positivos presentes en la labor que las mujeres realizan, muchas de ellas diferenciadoras y que complementan de forma integral el desarrollo profesional de las distintas áreas de la investigación y del conocimiento en general.

Post títulos y familia

Las oportunidades de acceso a postgrados, también es un tema relevante y que se tocó en la reunión. Básicamente, porque en una sociedad que se construye a partir de la familia, hay un alto porcentaje de mujeres que sólo se queda con el pregrado y luego producto de la crianza no puede continuar con sus estudios. Por lo mismo, habría que considerar algunas medidas, ya habilitadas en algunos países de Europa, como la ampliación de plazos de edad para postular a un post título. Situación que permitiría el desarrollo de nuevos aportes al ámbito profesional y por supuesto el surgimiento de científicas, con más herramientas para realizar investigación a nivel local y de país.