Mujeres en Ciencia

Anita Valdés, ex directora de CICAT: “Espacios como éste, donde de verdad se están proponiendo cosas, son los que debería abundar”

Publicado 21-06-2016

anita-valdesLa fundadora y ex directora de CICAT, Anita Valdés Jahnsen, visitó hace algunos días el Centro Interactivo para contar su experiencia y motivar a los profesores/as del programa de formación docente “Biobío La Energía de Chile”. En ese contexto recordó los primeros años del Centro y de su trabajo como coordinadora regional del Programa Explora, y contó en qué se ocupa ahora que disfruta de su jubilación.

¿Qué fue lo más difícil de comenzar con esta iniciativa de crear un Centro Interactivo en la Región del Biobío?

Lo primero fue crear el Programa Explora, ir generando confianzas con los directivos, con las autoridades educacionales, con el mundo académico, todo eso fue fundamental.

Una vez que ya obtuvimos esa experiencia, no teníamos lugares donde trabajar, pensé que hacía falta un espacio especialmente dedicado a esto. No era, como ocurre en muchas partes, que se crea algo y después se busca el público, aquí era al revés, el público estaba antes y yo creo que eso fue la clave. Si tú me pides que yo recuerde, yo creo que lo más complejo fue el tema de los recursos, nosotros partimos casi sin presupuesto y eso fue difícil, porque antes todo era mucho más modesto, y poco a poco a pesar de todo, fuimos logrando cosas mejores y hoy es lo que es.

¿Y ahora cómo ve al equipo de trabajo de CICAT?

La idea era construir algo que fuera viable en el tiempo y creo que la gestión que ha hecho Juan Carlos Gacitúa (actual director) es muy, muy buena. La permanencia de Mónica Badilla (directora ejecutiva), es importante también, ella ha estado en todo lo que fue la creación y creo que ha sido esencial, es un gran orgullo que esto siga siendo una contribución a la educación de la región.

¿Cuál fue el primer gran proyecto que tuvieron que desarrollar?

El primer gran proyecto que nosotros creamos fue “Energízate” con el apoyo de la empresa Colbún, lo que actualmente es “Biobío, la Energía de Chile”, fue importante porque fue todo diseñado e inventado en CICAT. Fue el primer proyecto grande de innovación metodológica en el aula, donde entramos por primera vez en la educación formal.  CICAT es una institución de educación no formal, pero yo por lo menos creo que tiene que tener vínculos estrechos con la educación formal. Creo que hay mucho que conversar y que aprender mutuamente y ver que esto partió como un producto chiquitito y que ahora se está trabajando en toda la región es un orgullo.

Actualmente está jubilada, pero la vemos muy activa, dando charlas y participando en actividades…

Bueno, sí yo estoy jubilada. Por ende uno está más dedicada a su casa y es algo que me gusta, devolverle a mi familia el tiempo que le quité durante muchos años, porque todo mis años de trabajo fueron tiempos intensos, muy intensos, y finalmente es a la familia a la que uno le descuenta, ahora le estoy devolviendo ese tiempo a mi familia, cosa que para mí es muy importante. Además sigo vinculada con los temas de educación a través de CICAT y también del CONICYT de Educación y Ciencias Sociales, del FONDEF que me encanta porque encuentro que me mantiene activa.

Tuvo grandes años de trabajo en el aula, ¿Cómo fue esa experiencia de profesora de historia?

Trabajé durante 15 años en un liceo muy marginal en Talcahuano, en un tiempo de pobreza dura en nuestro país. Trabajé en DUOC en la Udec. Hice docencia, investigación y ahí derivé a la divulgación de la ciencia y ahí me instalé, hice mi carrera.

La culminación fue esto (CICAT) que es un espacio por excelencia de la divulgación de la ciencia, así que siento que he cumplido mi trabajo, me siento contenta y orgullosa de mi, de mi trabajo profesional, orgullosa de haber sabido irme a tiempo. Yo creo que a uno a veces le cuesta tomar la decisión, pero uno tiene que hacerlo cuando aún está con todas sus capacidades, así que bien, me siento muy muy contenta y satisfecha de mi vida y desarrollo profesional.

Sus primeros años de profesora deben haber sido claves para su contribución a la educación…

Yo creo que desde que estaba en el colegio fui bien rebelde siempre, siempre quise hacer cosas distintas, también siempre busqué caminos para que los estudiantes aprendieran de manera significativa, o sea de verdad. No me gustaba que se aprendieran un par de cosas para una prueba y después las olvidaran. Pero yo creo que mi principal pasión por la educación y angustia porque las cosas fueran distintas, fue también por mis hijas. Mis hijas han sido la mejor escuela de desear para ellas lo mejor y si yo deseo para ellas lo mejor, lo deseo también para todos los niños y niñas. Entonces la idea de construir cosas mejores, de que las cosas fueran de mejor calidad, etcétera, fue la tarea de mi vida, la educación fue la pasión de mi vida, yo creo que así se resume.

¿Le gustaría que toda esta revolución de CICAT se pudiera repetir en todos los colegios, en todas las aulas?
Sí, sí, sin duda ¡Sin duda!

Yo creo que es indispensable, urgente, urgente, o sea, ya nadie duda de la crisis de la educación, todo el mundo habla de la crisis de la educación pero nadie ha encontrado un quehacer suficiente para que esa crisis se supere, y yo creo que hay que hacerlo. La primera gran responsabilidad es de las universidades y de las facultades de educación. Como siempre, deberían ser los líderes en la innovación, los líderes en las propuestas, y yo veo mucha protesta pero poca propuesta. Eso me da pena porque hace el camino mucho más largo y difícil y en cambio, espacios como éste, donde de verdad se están proponiendo cosas, yo creo que son los que debería abundar. Colegios que se atrevieran a innovar y que tuvieran como norma el ser espacios educativos diferentes.  Hoy día un colegio que es distinto como que se mira raro ¡Y no, no! Todo lo contrario, debería ser un orgullo para el colegio tratar de hacer algo, y los papás también deberían confiar. Los papás a veces son bien buenos para frenar las innovaciones, como que les da miedo, se asombran porque los niños no tienen un cuaderno! Pero ¿Por qué tendrían un cuaderno?, ¡Es preferible que lo tengan en la mente te fijas!  Quién dijo que el cuaderno era necesario, ¡De donde lo inventaron! Sería bueno que los padres se comprometieran más con la educación de sus hijos, pero en una educación chascona, entretenida, si fuera así pienso que nuestro país sería diferente.

Fuente: CICAT