Publicado 14-04-2003
Investigaciones de la UC están impactando en la industria con variadas aplicaciones a través del compuesto activo de este árbol único de Chile.
Muchas vacunas actuales – animales y luego humanas- contienen saponina, el compuesto activo del quillay, un amable árbol por sus fantásticas propiedades. En este caso, el producto natural actúa como un amplificador de la señal de alarma para gestar la respuesta inmunológica.
Este árbol sólo crece en Chile. Nuestro país abastece al mundo de sus extractos o molécula pura para dar esta sutil aplicación y varias otras muy recientes.
El quillay no sólo sirve como detergente, insecticida de polillas, espumantes de bebidas y agregado de películas fotográficas. Ahora se emplea en la agricultura, la agroquímica, la industria alimenticia y la minería del cobre.
Fue lo que logró el equipo de investigadores de Ricardo San Martín, ingeniero químico de la Universidad Católica de Chile, a través de proyectos del Fondo Nacional de Fomento a la Investigación en Ciencia y Tecnología (Fondef). Gran parte de los avances están patentados en el país y el extranjero.
Partió con sus primeras ideas en 1991, con resultados que impactan ahora a la industria chilena e internacional. Más aún, obtiene la materia prima mediante un nuevo proceso sustentable, sin la necesidad de talar unos 50 mil árboles anuales como se hacía entonces.
El particular encanto de esta especie arbórea nativa se debe al contenido de saponina, una molécula con capacidad de espumar en solución acuosa y permeabilizar las membranas celulares de las pestes o las paredes celulares de los vegetales.
Además, tiene la ventaja de ofrecer alta estabilidad al calor, las sales y los ácidos. Por eso, las acciones de la saponina son innumerables y curiosas. Por ejemplo, en Corea se comercializa una nueva bebida con saponina chilena para balancear el colesterol.
Productos como éstos ya cuentan con la autorización de la Food and Drug Administration (FDA) y la CE, incluyendo sus registro en el códex alimentario de la FAO.
Bye bye a la explotación
Cuando el doctor Ricardo San Martín se introdujo en estas investigaciones se sacaban de los bosques alrededor de 900 toneladas de corteza al año para su exportación bruta.
Ahora se vende directamente el compuesto purificado o producto terminado y se obtiene la saponina sin necesidad de cometer esa destrucción masiva.
Hasta antes de 1996 se usaba únicamente la corteza para producir saponina. Es decir, se pelaba lo que corresponde a tan sólo el 5% del total del recurso y el resto perecía.
Con su primer proyecto, el doctor Ricardo San Martín consiguió desarrollar un proceso de extracción para producir saponina a partir de todo el árbol, ya que el compuesto en cuestión se reparte en la madera, las ramas y la corteza.
Hoy el quillay se extrae del raleo de los bosques existentes. A éstos se les protege el tocón y sobre esta base se utilizan los ejes que se regeneran. O sea, se podan estos renuevos hijos y se chipean.
El éxito fue grande. La UC creó, en 1996, una joint venture con una empresa estadounidense y ésta empezó a vender extractos de quillay al mercado externo para sus aplicaciones tradicionales.
Ganaron rápidamente como el 60% del mercado del quillay, y bajó a la mitad la exportación de corteza sin valor agregado.
De ahí en adelante todo fluyó y prosperó. Pero el mercado era limitado, más aún desde que debutó la fotografía digital, desplazando el uso de quillay.
El doctor San Martín buscó otras alternativas, pero se encargó antes de mejorar la regeneración del quillay e inició su plantación con particulares en conjunto con la Conaf.
En el presente se plantan 200 hectáreas anuales, lo que ayuda a forestar y a dar trabajo a los apicultores. Las flores del quillay son un manjar para las abejas.
Tras las pistas de hallar nuevas aplicaciones, descubrió que el extracto de quillay ayuda a que tanto cerdos como aves produzcan menos olor a amoniaco en sus deposiciones, lo que los afecta. Además, hay normas ambientales que restringen la concentración de este compuesto en el aire.
Los pollos no reclaman
También halló que la saponina facilita una conversión más eficiente de los nutrientes – dependiendo de los alimentos que consumen- , con los cual crecen más rápido los animales. Una importante avícola chilena y la mayor productora de pollos de Tailandia utilizan este producto natural chileno.
Los viñedos también recibieron el beneficio de la transferencia tecnológica de la UC. La saponina se aplica hoy en el suelo mediante riego por goteo, lo que aumenta la productividad de las uvas y, sobre todo, protege del ataque de nemátodos, gusanos microscópicos que comen sus raíces.
Hay pocos pesticidas autorizados para este uso. La UC presentó el producto a una de las más grandes agroquímicas del mundo y lo lanzaron al mercado en septiembre.
Tiene certificación para agricultura orgánica. Faltan los correspondientes permisos de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) y del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en Chile.
Otro proyecto del equipo de investigación de la UC comienza ahora a dar una más optima solución a un problema mundial de la minería.
Cuando se hace electro-obtención de cobre, el oxígeno generado explota formando burbujas en el baño de ácido sulfúrico del proceso. El efecto es la indeseada neblina ácida, que corroe las paredes del recinto y exige a los trabajadores estar totalmente protegidos.
Las minas manejan esta neblina a través de métodos que limitan su expansión y enormes ductos que la aspiran para cumplir con las normas internacionales.
Baja la neblina
Como hay pocos productos para controlar esta neblina ácida, el doctor Ricardo San Martín elaboró un nuevo extracto de quillay formulado para este fin. Luego de muchos ensayos, Codelco lo emplea industrialmente en la Mina Radomiro Tómic desde noviembre de 2002.
El interés es mundial. El 8 de abril recién partió el ensayo industrial en una de las minas más grandes de EE.UU., para lo cual la UC y Codelco tramitan la patente en este país.
La saponina se exporta bajo la forma de polvo o toneles de líquido, según la aplicación. La UC tiene un tercio de las ganancias en todas las sociedades en las que forma parte. Éste es un buen ejemplo de nexo entre universidad e industria.
Proyectos
Los trabajos científicos del doctor Ricardo San Martín se suman a los más de 250 que existen en torno a este árbol endémico de Chile, llamado Quillaja saponina Molina. Crece desde la Región Metropolitana hasta la VIII Región. Es muy resistente a las pestes. Permeabilizan sus membranas celulares y les provocan una herida. En sus próximos proyectos pretende crear un nuevo fungicida y una formulación especial para que los salmones crezcan más con igual consumo de alimentos. No soy un descubridor de cosas. Observo la realidad nacional, busco en qué puedo ayudar, investigo y soluciono problemas. Soy un convencido de que el éxito de la transferencia científica de las universidades a la industria depende de presentar a ésta un producto o proceso de real interés, de tal forma que signifique potenciar sus ventajas comparativas en el mercado internacional, destaca el investigador.
El Mercurio
14 de abril de 2003
página 11
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