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La madera laminada conquista el mercado

Publicado 14-08-2003

Investigadores de la USACH demuestran que construir con este material en Chile es una alternativa rentable.

 

 

La madera laminada irrumpió con fuerza en el mundo de la arquitectura y de la construcción. Grandes estructuras que antes eran impensadas hoy son una realidad. Locales comerciales, centros deportivos, colegios, industrias, bodegas e, incluso, pasarelas peatonales conforman sólo algunos casos que ya les están dando una apariencia cálida y posmodernista a nuestras ciudades.

Según los expertos en el tema, en estos últimos años hubo un crecimiento explosivo en este tipo de proyectos y se debe a que ahora se puede elaborar madera laminada de mejor calidad y a más bajos costos, lo que ha convencido a inversionistas, arquitectos e ingenieros de usar este material en sus propuestas de gran envergadura.

El ingeniero Vicente Pérez, de la Universidad de Santiago de Chile (Usach9, quien ha trabajado arduamente en investigar y desarrollar esta tecnología constructiva, plantea que una forma de comercializar la madera chilena, con un mayor valor agregado, es mediante elementos de madera laminada encolada. Hasta ahora, este producto se fabrica con los métodos de dos expertos FAO que introdujeron en 1964 usando pino radiata y ahora se está buscando la forma de hacerlo más rentable y de mejor calidad.

Así nació a fines de 2001 el Proyecto FONDEF (D00I-1075), denominado “Fabricación de madera laminada encolada, de bajo costo, para el sector construcción nacional e internacional”. La iniciativa de investigación la lleva adelante el área Madera del Departamento de Ingeniería Civil en Obras Civiles de la USACH.

El proyecto, liderado por el ingeniero Vicente Pérez y empresas de área, pretende desarrollar un criterio teórico de predicción de la capacidad resistente de la madera laminada, más preciso y realista que el usado en Chile. La idea es acercarse al que se usa en la Comunidad Europea.

Otros propósitos son innovar el actual proceso de fabricación con el fin de incrementar la producción y disminuir los costos, mediante la incorporación de maquinarias no usadas en el país; definir un proceso de control y certificación de calidad de la producción de madera laminada; capacitar a las industrias aociadas, transfiriendo los resultados obtenidos en los tres rubros anteriores, y efectuar un seguimiento de su aplicación durante un período prudente.

Afirma Vicente Pérez, que las tres primeras fueron alcanzadas plenamente con la investigación hasta hoy realizada.

“un viaje de dos integrantes del proyecto a Nueva Zelandia y Australia fue destinado a conocer los adelantos logrados en esta materia en países que usan pino radiata en madera laminada, seleccionar la maquinaria que innovará el antiguo sistema de control de calidad y certificación de elementos laminados , finalmente, ganar experiencia en el uso de la madera laminada en la construcción”.

 

Los logros

El resultado fue la adquisición de cuatro maquinas de última generación para el proceso de fabricación. “De esta forma se equipó el Laboratorio de Area Madera de la USACH, que hoy es el más completo de la Región Metropolitana en madera laminada encolada”, dice Vicente Pérez. La última meta se está alcanzando con la capacitación directa, a todo nivel, en las industrias, en las aulas universitarias y/o en el Laboratorio de Maderas. Se está entregando a profesionales, estudiantes universitarios y a jefes de planta notas e informes técnicos que incluyen las diferentes etapas desarrolladas en el proyecto.

“sólo resta el seguimiento de la transferencia, en las industrias, el cual está planificado a tres años plazos una vez terminado el proyecto”.

Según el ingeniero, los impactos positivos que busca la iniciativa son utilizar modernos procedimientos para la fabricación de madera laminada encolada, lo cual permitirá abordar tres oportunidades de mercado: aumentar el nivel de producción de las empresas nacionales; ofrecer a las empresas constructoras nacionales un producto a menor costo y aprovechar la ventaja competitiva que tiene Chile al contar con un pino radiata de alto rendimiento.

Dice Roberto Nova, gerente comercial de Artemadera, empresa que participa en el proyecto de USACH-FONDEF, que éste ha impactado en forma muy positiva en la industria de la madera laminada, ya que se han internalizado todos los avances tecnológicos.

 

Sueño hecho realidad

“Hoy nos hemos transformado en una verdadera industria. No hay que olvidar que antes los productores de madera laminada teníamos sistemas artesanales, con los cuales se obtenían productos de mediana calidad, con procesos no estandarizados y, por consiguiente, de mayor costo. La industrialización nos ha permitido, además, entregar en tiempos óptimos los elementos constructivos, variable muy determinante para que las constructoras a la hora de decidir qué material usar puedan optar por esta alternativa. Otro factor relevante es que tanto los procesos y resultados están sometidos a controles y revisiones por entidades externas como Fundación Chile y la Universidad de Santiago, que certifican el cumplimiento de las normas”.

Enfatiza Novoa que sin duda el objetivo de todo este esfuerzo es el desarrollo de la industria de la madera laminada con el fin de transformar a Chile en país maderero. La idea es seguir el ejemplo de otros productos, derivados de la madera, que han impulsado centros de transferencia tecnológica, al incorporar mayor valor agregado y calidad de exportación a través de la introducción de ingeniería y arquitectura a los elementos constructivos.

Afirma además que el desarrollo de los productores de madera laminada en el último tiempo ha sido excepcional. “Hemos incorporado tecnología y conocimiento de países europeos, tales como encoladoras automáticas, prensas con aplicación de calor. Contamos también con clasificación mecánica de madera y se ha disminuido de forma importante el costo de producción”.

Sin embargo, para que el especialista aún quedan cosas pendientes.

“Por ejemplo, falta concretar la actualización de las normas chilenas respecto de la madera laminada. Pensando en este problema, el Comité Técnico del Centro de Transferencia tecnológica de la Madera-Corma tiene como uno de sus objetivos proponer cambios a normas del INN: específicamente se está trabajando en la modificación de las actuales normas utilizando un criterio desarrollado por la Unión Europea para el código EC5”.

 

Más competitivos

Artemadera ha participado en varios proyectos hechos con madera laminada.

“La principal obra, en volumen e importancia, ha sido la fabricación de más de 80 vigas de madera laminada Artlam, con luces de más de 17 metros y grandes dimensiones que conforman la cubierta Skylight del Mall Florida Center del grupo Cencosud, ubicado en Departamental con Vicuña Mackenna. Creo que esta obra será un referente importante que mostrará las múltiples propiedades de la madera laminada”.

Pero esta nueva tecnología tiene mucho más potencial. Hoy ya se pueden apreciar en los caminos chilenos pasarelas de madera laminada. Artemadera, como otras empresas del sector, y el Ministerio de Obras Públicas decidieron desarrollar un trabajo de investigación y diseño orientado a proponer alternativas de pasarelas estructuradas con este material.

El ingeniero civil Ernesto Hernández, de la Empresa Lamitec, que también se dedica a producir elementos constructivos y a elaborar proyectos en madera laminada, coincide en que la investigación USACH-FONDEF ha tenido un impacto positivo.

“Recordemos que si bien este concepto se introdujo hace muchas décadas no fue hasta una alternativa masiva por su alto costo. Con las actuales innovaciones tecnológicas que se incorporan, ahora es posible competir con otros sistemas constructivos, en acero u hormigón armado, siempre pensando en construcciones de grandes luces, como instalaciones industriales, techumbre de piscinas y locales comerciales”.

 

Falta renovación

Resalta el experto que en la década de los ochenta el Instituto Forestal también introduce esta nueva forma de construir en madera al mercado local, pero que hasta la fecha la tecnología en madera laminada ha avanzado tanto que la normativa en Chile no ha dado respuestas suficientes y los proyectos se han llevado a cabo basándose en normas extranjeras. Las normas que se introdujeron entre 1987 y 1991 ya no sirven y no ha habido una renovación. “Ahora hay que dar un salto significativo al respecto”.

 

El Mercurio (Ediciones Especiales – Urbanismo y Construcción)

14 de agosto de 2003

página 12-14

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