Fondef Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico

Una innovadora investigación, que se apoya en los principios de la ingeniería genética, logró frenar la mortal enfermedad en pacientes terminales.

Un sorprendente avance científico, con características de descubrimiento mundial, es el que alberga silenciosamente el “Laboratorio de inmunología antitumoral” de la Universidad de Chile.

En esas dependencias trabajan el doctor Carlos Ferrada, cirujano oncólogo de la Clínica Alemana y profesor de cirugía, junto al doctor Flavio Salazar, académico del Instituto de Ciencias Biomédicas.

Estos dos destacados profesionales chilenos encabezan la revolucionaria investigación que consiguió crear vacunas biológicas.

Las vacunas están hechas con células del propio paciente, capaces de prolongar la vida de enfermos terminales de melanoma, un tipo de agresivo cáncer de piel.

La vacuna actúa después de un complejo proceso en el que se le extrae sangre al paciente, luego se cultivan sus células gracias a la ingeniería genética, y se vuelven a introducir para que sean las propias células modificadas las que destruyan o contengan el avance de la enfermedad, provocando la respuesta inmunológica.

Los resultados obtenidos son tan buenos que rápidamente la noticia traspasó nuestras fronteras. Es fácil encontrar hoy información de estos médicos en internet cuando se consulta por tratamientos del cáncer.

Los primeros beneficiados fueron quince pacientes que están en la etapa IV de la enfermedad, la más grave, con una proyección de vida, que en la mayoría de los casos no superaba los seis meses.

Luego de recibir el tratamiento, ocho de los pacientes lograron prolongar su sobrevida. Algunos que habían sido desahuciados llevan 36 meses desde que se les aplicó el tratamiento. En otros casos se observó una evidente involución de los tumores malignos, con una notable mejoría en la calidad de vida de los enfermos.

El doctor Ferrada señaló a EL SUR que está orgulloso que se desarrolle medicina de este nivel en nuestro país y señaló que “esta investigación abre campos insospechados en el tratamiento del cáncer. Estamos al nivel de los mejores centros oncológicos de Estados Unidos, Suecia y Francia”.

Ahora la investigación entrará en la fase 2, etapa en la que se tratarán enfermos que no están tan críticos. El doctor Ferrada cree que en estos pacientes los resultados pueden ser mejores y agregó que con los dineros obtenidos construirán un nuevo laboratorio que entrará en funcionamiento a fines de septiembre. El especialista señaló que en un futuro cercano esperan tratar el cáncer al riñón, linfoma, colón, entre otros.

El doctor Flavio Salazar señaló que “junto al tratamiento humano, se realizarán estudios en animales, que nos permitirán usar en el futuro nuevas aplicaciones a esta investigación”.

Un premio para crecer

Esta investigación científica tiene su génesis el año 1999, cuando el doctor Salazar quizo aplicar la técnica que aprendió en Suecia.

En esa oportunidad colaboraron con Ferrada y Salazar otros médicos oncólogos, pero lo hicieron sin recibir pago por su participación.

Ahora que el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) asignó al proyecto, por su importancia y proyección, 310 millones de pesos con lo que serán contratados y conformarán un equipo multidisciplinario de especialistas.

El Sur (Concepción)

14 de septiembre de 2003

páginas 1 y 10