Noticias

A la vanguardia en salvar vidas

Publicado 15-03-2005

Graciela (47) viajó desde Quidico para donar sangre y ayudar a la recuperación de su marido quien tuvo un accidente de trabajo y actualmente se encuentra recuperándose en el Hospital Regional; ello como una forma de solventar la sangre que ya fue transplantada a su esposo. Años atrás, lo más probable es que le hubiesen exigido un número determinado de donantes, tal y como denunció a los medios un hombre de Talca hace pocas semanas. Más aún, hasta el año 1993 en los alrededores del principal recinto hospitalario del Bíobio se podría observar “la red de cuervos”, individuos inescrupulosos que ante la desesperación de los parientes para reunir donantes ya tenían un círculo de contactos que abordaban a los familiares y les decían: “no se haga problema, yo tengo unos amigos que le pueden donar sangre por cinco mil pesos”. Y la necesidad de salvar la vida del afectado hacía que se pagara el monto acordado y muchas veces ni siquiera se realizaba la donación, transformando la sangre en un bien monetario y – de paso – estafando a los incautos.

Pero ahora el sistema se ha perfeccionado, especialmente desde hace una década cuando el banco de sangre del Regional decidió independizarse del centro de atención, saneando algunas imperfecciones de la donación voluntaria en una aventura médica que no se había realizado antes en el país.

Y al poco andar, el flamante Centro de Sangre de Concepción se consolidó y con la ayuda de un proyecto de fomento al desarrollo científico y tecnológico (Fondef de Conicyt), se transformó en la única organización productiva de sangre en todo el país, surtiendo a más de una veintena de establecimientos hospitalarios del servicio de salud de Ñuble, Arauco y Concepción, además de clínicas privadas de nuestra provincia.

Como si fuera poco este proyecto sirvió para que otros centros similares se instalen pronto en Valparaíso, Santiago y Antofagasta con la finalidad de crear una red de centros que cubra la necesidad de los hospitales del territorio nacional iniciativa contemplada para fines de 2007.

 

Un sistema que se desangró

 

“Históricamente los bancos de sangre en Chile y Latinoamérica existieron adosados a los hospitales y cumpliendo servicios para cada uno de ellos, ya sea atendiendo donantes, realizando diferentes productos y transfundiendo a la vez. Evidentemente este sistema era ineficiente, faltaba sangre o no había de un grupo específico, pues generalmente se abastecía basado en la donación familiar”, manifiesta Cristina Martínez, directora del Centro de Sangre penquista, quien a la vez explica que era muy común que se le dijera al paciente “tu hermano acaba de tener un accidente, así es que necesita 20 donantes o si no se va a morir”, lo que era impracticable, pues la sangre se necesita en forma inmediata y no se puede esperar a que vengan los donantes.

Por otro lado, “hay que obtener la sangre de un modo seguro, pues no le vas a sacar a alguien para después transfundirle enfermedades al otro. Incluso, todavía en algunos hospitales de otras ciudades se les exige a las personas a la hora de operarse, traer donantes o si no pierden la hora”, agrega.

Ello, a juicio de la directora, provocaba la existencia de una donación de sangre basada en la coerción, postergación de intervenciones y también en la existencia de pacientes de urgencia que se morían por no recibir la transfusión en el momento oportuno. De ahí que se pensara en importar una idea de Francia, basada en la donación altruista de sangre y en la centralización de los centros productivos para abastecer a los diferentes centros hospitalarios del país. Y así, con mejores niveles de seguridad y calidad, lograr perfeccionar el proceso.

 

La ruta de la sangre

 

Primero que nada la sangre llega al centro a través del banco del hospital o directamente del donante, quien tiene que cumplir algunos requisitos de edad y salud, pasar por una entrevista donde el médico se cerciora que el voluntario no sea un riesgo de contagio. Una vez solicitada la audiencia, el donante se le extraen 450cc de sangre en un proceso que no lleva más allá de 10 minutos. Acto seguido su sangre es sometida a exámenes de hepatitis B y C, además de VIH y sífilis.

Vale consignar que desde que el voluntario ingresa al sistema, todos sus datos se transforman en confidenciales y sólo son conocidos por personal del Centro, el que informará- también de manera reservada – cualquier anomalía que presente su sangre.

 

“Es un procedimiento bastante sencillo y corto. La entrevista es confidencial, posteriormente al donante se la da un refrigerio para que al cabo de unas horas recupere la sangre donada. Actualmente, recibimos cerca de 1.500 voluntarios mensuales, y la idea es superar esa cantidad para así depender cada vez menos de los hospitales”, sostiene Claudia Herrera, subdirectora de la institución penquista quien agrega que “lo bueno del sistema es que todo está etiquetado con código de barra, lo que otorga seguridad tanto al donante como a quien recibe el plasma o los glóbulos”.

Si la sangre no presenta problemas, pasa a la etapa de centrifugado, donde a través del peso y densidad son separadas las plaquetas, los glóbulos rojos, plasma fresco y el crioprecipitado siendo todo almacenado en horma independiente, etiquetado y distribuido a los hospitales según demanda. Ahia, si la sangre donada presenta algún riesgo de infección, es desechada de modo inmediato.

Cabe mencionar que el Centro funciona sólo con un 8 por ciento de voluntarios, quienes se acercan a la Casa del Donante Altruista de Sangre. El resto proviene de los bancos de hospitales. Cerca de 450cc, poco menos de medio litro de sangre, tiene un costo de producción – incluyendo personal de extracción, el equipo desechable, la tecnología de centrifugación y todo los exámenes, entre 18 y 23 mil pesos. Y de ahí la importancia que los penquistas tomen conciencia en torno a la donación, especialmente a través del Centro de Sangre de Concepción, institución que le ha dado seguridad a uno de los actos voluntarios más sencillos y al alcance de todos para salvar vidas.

 

Fuente: Diario El Sur de Concepción (La Gaceta)

Fecha: 13 de marzo de 2005.

 

https://www.conicyt.cl/bases/fondef/PROYECTO/99/I/D99I1005.HTML

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *