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El sol está dañando cada vez más a los manzanos

Publicado 15-05-2005

Da vida, pero también puede ocasionar grandes problemas. Eso es lo que puede ocasionar el sol en la fruta nacional, que es considerado como el problema más importante detectado en los huertos manzaneros de la zona, daño que se ha ido agudizando en el último tiempo, según han descubierto los investigadores del especializado Centro de Pomáceas de la Universidad de Talca (UTAL).

 

“Éste puede alcanzar incidencias superiores al 40 por ciento”, precisó el director de dicho organismo, José Antonio Yuri, que ha proporcionado información que ha resultado clave para el desarrollo de las 27 empresas frutícolas asociadas a esta instancia, y que ayer cumplió 10 años de existencia.

 

Según el profesional, este perjuicio se ha visto incrementado en la última década por diversos factores, como la introducción de variedades más sensibles al deterioro (Fuji, Braeburn); el uso de portainjertos enanizantes; y el sistema de conducción de copa más expuesta, situación trascendental para una región que posee la mayor producción manzanera del país.

 

Este problema también se ha hecho extensivo a otras especies frutales y que pareciera ser transversal a todos los cultivos que crecen bajo condiciones de alta temperatura e intensidad luminosa.

 

Una de las primeras hipótesis para explicar este mayor daño fue el adelgazamiento que está experimentando la capa de ozono en la atmósfera, que en sitios como la Antártica se ha transformado en un hoyo. Esto, según pronosticaban los expertos, permitía una mayor penetración de radiación ultravioleta (UV) provocando numerosas respuestas biológicas atípicas e indeseables.

 

Luego de 10 años de investigaciones, el equipo científico concluyó que dentro de los orígenes del daño por el sol inciden la ubicación de la fruta en la planta, la edad de ésta y la orientación de las hileras en el huerto, ya que la fruta más afectada es aquella que se encuentra en la zona periférica superior del árbol, en la cara poniente de la mata.

 

Entre las causas destacan el uso de patrones desvigorizantes y sistemas de poda que tienden a sobrexponer la fruta, que resultan inapropiados especialmente en zonas de intensas temperatura.

 

Yuri reconoció que los grandes aportes del Centro de Pomáceas están en la línea de la nutrición de la fruta, en especial énfasis en el balance mineral del huerto, estimando que esas investigaciones han sido uno de los logros más valiosos del último tiempo, al punto que han sido reconocidos a nivel internacional por sus estudios acerca del calcio.

 

ANIVERSARIO

 

Estas reveladoras investigaciones fueron dadas a conocer ayer durante las celebraciones del décimo aniversario de la institución científica, formada al alero de la Facultad de Ciencias Agrarias como resultado de una alianza entre privados y la UTAL, a través de un proyecto presentado al Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF) quien apoyo la iniciativa otorgando los recursos necesarios.

 

El principal objetivo del centro es optimizar la calidad de las manzanas y peras producidas en Chile para realizar envíos al extranjero. Además, los esfuerzos de los investigadores radican en resolver los problemas y perfeccionar la calidad del producto, específicamente en las manzanas, ya que el 50 por ciento de la producción nacional se centra en el Maule, que se traduce en 250 millones de dólares en envíos al extranjero.

 

“El camino recorrido hasta aquí no ha sido sencillo, pues se debieron superar dos etapas decisivas frente a la industria agrícola de exportación. La primera correspondió a la debida asimilación de los problemas que afectaban al sector, la cual duró 2 años y permitió tener una panorámica de la problemática, la que debe ser actualizada constantemente; y la segunda fue lograr la credibilidad del sector productivo, lo que tomó entre 5 a 6 años. Hoy estamos en el proceso de consolidar la tercera, que dice relación con la publicación de los resultados obtenidos en la investigaciones”, afirmó Yuri.

 

Presente en la celebración, el rector de la UTAL, Alvaro Rojas, calificó a ese centro como “uno de los buques insignia que tiene nuestra casa de estudios, porque hemos visto que se ha convertido en un organismo con una gran credibilidad por parte del sector productivo y ahora queremos destacarlo a nivel internacional, porque creemos que contribuirá al desarrollo internacional del rubro frutícola”.

 

METAS

 

Dentro de los desafíos planteados para el futuro están: reducir la incidencia de aquellos factores que merman la calidad de la exportación de pomáceas; introducir prácticas de manejo coincidentes con los programas de producción integrada; aumentar la vinculación entre los diferentes sectores ligados a la producción frutícola para mejorar el flujo de conocimiento tecnológico, tanto a nivel nacional como internacional; estimular la participación de la industria en la orientación y financiamiento de la investigación; y mejorar la docencia de pre y prostgrado. El centro cuenta con una superficie cercana a los 250 metros cuadrados y está dividido en 3 laboratorios complementados con 5 cámaras de frío convencional, más 14 minicámaras de atmósfera controlada. Toda esta infrestructura y equipamiento está evaluada en 750 mil dólares que, según Yuri, es equivalente a la que poseen los mejores laboratorios del mundo.

 

En agosto de este año la UTAL tiene contemplado el traslado de la unidad a un nuevo edificio de 600 metros cuadrados a fin de mejorar el desarrollo de las investigaciones.

 

Fuente: El Centro de la Séptima Región (Talca)

Fecha: 28/05/05

 

https://www.conicyt.cl/bases/fondef/PROYECTO/92/I/D92I1049.HTML

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