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Furtivas investigaciones buscan sitios para instalar aerogeneradores

Publicado 14-07-2006

Veinte millones de pesos cuesta medir por un año la aptitud de un lugar para ordeñar energía del viento. Falta un mapa eólico nacional.

 

Aunque no oficialmente medido, Chile tiene un gran potencial eólico: sitios privilegiados; muchos, un secreto privado escondidos en nuestra serpenteada geografía.

 

Aprovechar esta energía requiere vientos de velocidades medias anuales del orden de los 6,7 metros por segundo.

 

Ello, con aspas girando sobre torres a 50 metros del suelo, y compitiendo con los costos de las energías alternativas.

 

Las empresas que prospectan el recurso atesoran sus datos.

 

Pagan más de $ 20 millones por mediciones por año por sitio, lo mínimo para que alcancen validez para los inversionistas.

 

Mientras tanto, Chile no cuenta con un mapa eólico, ni por localidad ni con cifras de potencia.

 

El dedo en la sopa

 

La Corfo realizó un estudio en 1993. Otro, la Universidad de Chile desde la III a V Región en 2003. La Universidad de Magallanes cubrió desde RM a la X Región en 2005. La Comisión Nacional de Energía (CNE) fue la mandataria de los dos últimos.

 

Y un cuarto estudio es un proyecto Fondef, que ganó la Universidad de Magallanes. Culminó con un modelo computacional para generar mapas eólicos a escala regional. Dice estimar, con errores no menores al 15%, velocidades medias anuales.

 

Las conclusiones de estos trabajos “pueden dar señales equivocadas”, según la CNE.

 

Sentencia: “Los datos recopilados son inciertos y escasos, registrados por estaciones públicas no destinadas a estos objetivos. Los modelos tampoco resultaron fiables”.

 

Sin embargo, tras conversaciones con investigadores y algunos empresarios, obtuvimos un mapa eólico que evidencia algunos puntos geográficos atractivos para su prospección.

 

Es un atlas que se suma a uno basado en mediciones satelitales realizado en 2005 por la Universidad Stanford, EE.UU., sólo útil para reconocer regiones con potencial (ver infografía).

 

Cosecha probable

 

“Nosotros sí tenemos un mapa eólico para todo Chile”, asegura Juan Walker, representante de Vestas, compañía danesa fabricante de aerogeneradores, con 30% del mercado mundial.

 

Vestas proveyó los aerogeneradores al proyecto “Alto Baguales” en Coyhaique, el único parque a escala industrial, del grupo Saesa, que existe en el país. Funciona con tres aerogeneradores de 660 kW de potencia cada uno.

 

Con un rotundo “¡no, no!, no podemos publicar los datos”, Juan Walker dio algunas cifras. Es además director de la consultora Servicios Eólicos S.A. ( www.windservice.cl).

 

Su dato grande y sabroso: “Chile tiene un potencial de 5 mil MW de energía eólica, a instalar de aquí a 10 ó 20 años”.

 

¡El doble del megaproyecto que se construirá en los ríos Pascua y Baker!

 

El ejecutivo añadió: “Hay vientos para producir energía desde Arica a Punta Arenas”.

 

En general son moderados (con 6 a 7m/seg), pero sí hay sitios con valores mayores.

 

Informó que están instalando más parques eólicos en la IV y VII Región. “Nuestro plan es poner 50 MW al año a partir de 2008, tanto para el SIC como para el Sistema Interconectado Norte Grande (SING)”, dijo.

 

Poco, comparado con Alemania, que tiene una potencia instalada de 18 mil MW desde 16.543 plantas eólicas. Éstas entregan el 4,5% del consumo eléctrico alemán.

 

La dificultad para “cablearse” a los grandes sistemas de transmisión eléctrica reprime los enormes proyectos en Chile.

 

Es lo que ocurre en Aisén y Magallanes, donde lo que pesa es su aislamiento.

 

Allí rugen los mejores vientos del país, con velocidades de entre 9 y 10 m/seg. Tanto, que los molinos se frenan ante tormentas de 30 m/seg.

 

También es cuestión de realidades económicas. En Aisén fue más fácil instalar un parque eólico porque así reemplazaba al diésel más caro del país. En Magallanes no hay incentivo por el bajo precio del gas natural.

 

“Tenemos vientos en toda la región, pero estamos a 2 mil km del Sistema interconectado (SIC) y a mil cuando ingresen los nuevos proyectos hidroeléctricos”, indica Arturo Kunstmann, de la Universidad de Magallanes.

 

Aquí el sistema eléctrico es limitado. “Bastaría una mini granja eólica para abastecer Punta Arenas, Puerto Natales y Porvenir”, explica. Pero pesa el costo de transmisión.

 

“La única alternativa futura que tenemos aquí es instalar granjas eólicas para generar hidrógeno que pueda ser almacenado y exportado tal como el gas licuado”, indica Kunstmann.

 

Este ingeniero, director del Centro de Estudios de los Recursos Energéticos (Cere), cuenta de proyectos en incubación.

 

Éstos apuntan a ahorrar gas natural aprovechando el viento en aplicaciones de generación eléctrica de la Enap y en villas rurales de la XII Región.

 

Su centro, para identificar las microzonas de viento ( www.cere-umag.cl), apoya a empresas tales como Endesa Eco, Enor Chile, Cooperativa Creo de Osorno y la FACh en su división antártica.

 

Vengan datos

 

Lo que importa es hacer mediciones a microescala, puntuales en terreno, lo que empezó timoratamente la Corfo en 1993 y que ha continuado ahora con diversas empresas a través de proyectos de subsidios de la Corfo y la CNE (ver recuadro).

 

“Los proyectos no son pequeños, algunos pueden tener hasta 80 o más MW. Todo depende de lo que ellos están descubriendo”, señala Orlando Jiménez, de programación estratégica Corfo.

 

Pero también influyen en el tamaño de esos proyectos las facilidades limitadas que otorga la legislación eléctrica en la liberación parcial del pago de peajes de la transmisión (ley corta).

 

Jiménez sorprende: la mayoría de los proponentes no pertenecen al mercado eléctrico.

 

“Esto nos llevará a un cambio de paradigma importante en el sector. Empezarán a surgir diferentes actores que, a mediano y largo plazo, significará ir hacia la generación distribuida en Chile”, destaca Jiménez.

 

Múltiples proveedores

 

No cabe duda que el viento se viene. En el Sistema de Evaluación Ambiental de la Conama ( www.e-seia.cl) hay siete iniciativas en estados de calificación y aprobadas.

 

En esa lista hay dos grandes proyectos en la III Región que presenta para su declaración de impacto ambiental la empresa española Acciona Energía Chile S.A. El monto de inversión total es de US$ 372 millones (202 mil millones de pesos).

 

Se suma el proyecto “Parque Eólico Canela” de Endesa Eco, en la IV Región. Con un monto de US$ 17 millones ($9 mil 192 millones), con esta iniciativa se espera inyectar al SIC 9,9 MW a partir de 2007.

 

Destaca un gran proyecto de la Armada, cuya declaración ambiental fue rechazada por la Conama. Pero la Armada se prepara para apelar.

 

Con el elevado precio del petróleo, parece que se cosechará más viento en el país. Poco, pero más que algo si esta energía se une al resto de las fuentes renovables y no convencionales.

 

Apoyo Corfo

 

El concurso de energía renovable partió el 2005 y adjudicó 46 proyectos, 12 eran eólicos. Del total de 90 proyectos ganadores 2006, 28 fueron eólicos. Cada uno recibe máximo US$ 50 mil ($27 millones) para iniciar sus prospecciones. Tras un año de mediciones, en ocho meses los inversionistas pueden estar instalados con sus molinos.

 

CHILE ELÉCTRICO

 

CAPACIDAD TOTAL

11.928 MW

 

GENERA BRUTO

50.891,3 GWh

 

CONSUMO TOTAL

47.773,8 GWh

 

Fuente: Dic 2005 –CNE

 

CL.EL MERCURIO

LU 31/JUL/2006

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