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Fondef: 25 años de conocimiento y aplicaciones para mejorar la vida de los chilenos

Publicado 20-04-2017

  • El portal Redciencia repasó la trayectoria del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico, resaltando proyectos ligados al ámbito escolar.
Fondef nota RED Ciencia

Uno de los proyectos financiados por Fondef es el Programa de Apoyo a la Convivencia Escolar (PACES), que tiene como objetivo aumentar el bienestar psicosocial y el éxito en el desempeño escolar de los estudiantes.

Fondef asegura la experimentación y soluciones aplicadas, en diversos ámbitos del conocimiento, incentivando la conexión entre entidades de investigación, educación y empresas, con el fin de fortalecer la construcción sostenida de patentes que aporten a la sociedad civil, desde diferentes perspectivas y procedimientos.

Verónica López, investigadora de la Pontificia Universidad Católica de Chile, es la Directora de un proyecto Fondef, cuyo resultado es la creación de un programa de monitores para la convivencia escolar. Este proyecto –que finalizó en 2015 y albergó profesionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), Corporación Municipal de Valparaíso (Cormuval) y el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE)–  tuvo como propósito “mejorar las relaciones dentro de la escuela, a través de la creación de un sistema de monitoreo, denominado: Programa de Apoyo a la Convivencia Escolar (PACES)”.

PACES –cuyo objetivo principal es “aumentar el bienestar psicosocial y el éxito en el desempeño escolar (observable en asistencia, permanencia y rendimiento académico) de los estudiantes”– arrojó como resultado, la estructuración de un mecanismo de tres pasos, que se aplica en las instituciones educacionales para medir la calidad del relacionamiento entre los pares. En el primer paso, “Encuesta”, se le solicita al cuerpo docente, administrativo y apoderados, que respondan un cuestionario relativo a la convivencia escolar; el segundo, “Reportes”, se desarrolla una vez obtenidos los resultados de la encuesta, mediante un informe de los encargados de enlace. Finalmente, existe una tercera etapa, denominada “Asesorías”, en la cual se buscan soluciones y  protocolos para mejorar la situación analizada.

Esta información queda como patrimonio en la escuela, ya que una vez entregado el informe –por parte del equipo de PACES– el director del establecimiento puede aplicarlo  junto al consejo de profesores, padres y estudiantes. Posteriormente, los ejecutores –a  través de un gráfico de barras– generan una comparación del estado del colegio y la comuna, con el resto del país. “En el fondo, es un método de  de análisis comparativo, en el cual se analiza que es lo que tienen distinto los diferentes establecimientos evaluados en el ámbito de la convivencia escolar. Es una mejora en el clima de los estudiantes por medio de una serie de procesos. Una vez socializada la información con el equipo de gestión, se comienzan a pensar los mecanismos para abordar y subsanar efectivamente, los conflictos”. En ese sentido, la investigadora destaca el ejemplo de un colegio en Peñalolén, en el cual, los mismos alumnos debatieron los resultados del programa de apoyo aplicado a su establecimiento.

Otro proyecto ligado al mundo de las ciencias sociales finalizó en marzo de 2015 y tuvo como meta mejorar la calidad de la educación parvularia. La iniciativa “propuso articular una perspectiva interdisciplinaria (diseño-pedagogía), que produce y testea a nivel de prototipo, un Sistema de Modelamiento de Ambientes Físicos de Aprendizaje (MAFA), para los jardines infantiles públicos”. Este Fondef, permitió a esta área de la educación, en palabras de su Directora, la investigadora Cynthia Alderstein, “acercarse al conocimiento científico y establecer –desde allí– conclusiones y aproximaciones basadas en la investigación”. De esa forma, se generó información  a partir de la práctica diaria en los jardines infantiles, como también, desde la mirada interdisciplinar, ya que en el equipo participaron profesionales de diversos ámbitos, además de estudiantes que están en formación de pre y postgrado de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

La encargada del proyecto señala que “Mejorando la Calidad de la Educación Parvularia”, ha integrado perspectivas altamente interesantes. “Hemos diseñado prototipos con los niños y los usuarios en los jardines infantiles, y de esa forma, logramos desarrollar un lenguaje nuevo para este entorno. Una de las contribuciones más importantes del proyecto, fue  la generación de un sistema que permite modelar la sala de clases para que los niños tengan interacciones que, hoy en día, permiten implementar pedagogías conscientes del lugar, y esto mejora la educación sustantivamente”, acota la investigadora de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Mediante este vínculo –de los niños y niñas con el medio físico que los rodea– los educandos aprenden a incorporar conceptos y nociones que no se estancan en el mero traspaso de información. De esa forma, los infantes, son capaces de construir un concepto de ciudadanía, exigiendo sus derechos en el ambiente de juego y formando parte de un proceso de construcción cultural. “Siempre tuvimos en mente masificar este sistema, pero nunca pensamos que el modelo conceptual y empírico iba a construir un lenguaje de frontera, al servicio de la calidad de la educación parvularia. En Finlandia, España e Inglaterra, observan este  modelo y alucinan con él”, destaca la investigadora de la PUC.

* Por Patricio Grunert, Periodista Red Ciencia.

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