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ACHIPIA y CONICYT organizan taller de vinculación Ciencia y Empresa en Inocuidad y Calidad Alimentaria

Publicado 27-03-2019

  • Los asistentes destacaron que iniciativas como ésta, constituyen una valiosa instancia de encuentro entre quienes hacen investigación en distintas temáticas y representantes del sector productivo.

El taller contempló la presentación de los nueve proyectos adjudicados en las dos convocatorias del concurso.

Desarrollar biocontroladores para plagas que afectan a frutales, vides y tubérculos; reducir la presencia de metales pesados en hortalizas; formular una vacuna contra infecciones que atacan a salmones, disminuyendo el uso de antibióticos; o crear un sistema de bioidentificación de las especies de almejas chilenas para mejorar su competitividad en el exterior; son algunos de los objetivos de los proyectos generados en el marco del Concurso IDeA en Dos Etapas, temático en Inocuidad Alimentaria, y que propiciaron un encuentro entre ciencia y empresa.

Éste se materializó a través del Primer Taller de Vinculación Ciencia y Empresa en Inocuidad y Calidad Alimentaria, y cuyo propósito fue crear y fortalecer los vínculos de estos proyectos con el sector productivo y/o fuentes de financiamiento, dando a conocer sus principales resultados e impactos, generando redes de articulación y de promoción de la investigación y tecnología en estas temáticas.

“Esta instancia representa otro paso en el fortalecimiento de un ecosistema de ciencia y tecnología en torno a estas áreas, que esperamos impacte positivamente en el mejoramiento del desempeño del Sistema Nacional de Inocuidad y Calidad Alimentaria”, comentó la secretaria ejecutiva de la Agencia Chilena para la Inocuidad y Calidad Alimentaria, ACHIPIA, Nuri Gras.

Por su parte la directora ejecutiva (s) de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, CONICYT, Alejandra Pizarro, señaló que “las ventajas de realizar este trabajo conjunto son innumerables. Vincular a nuestras científicas y científicos con quienes representan al sector productivo es clave para incorporar los avances que la ciencia ofrece a sus procesos y, así, mejorar la seguridad y la calidad de nuestros alimentos”.

El taller contempló la presentación de los nueve proyectos adjudicados en las dos convocatorias del concurso y, posteriormente, la realización de mesas de trabajo en las que participaron las investigadoras e investigadores, además de representantes de universidades y de la industria.

María Paz Labarca, jefa del Departamento de Calidad de la Pesquera Transatlantic–Robinson Crusoe, destacó la posibilidad de “establecer vinculación entre el mundo empresarial y los desarrollos de CyT, aspecto clave para la mejora de nuestros procesos, el que hoy está ligado a la innovación y a la investigación. Muchas veces las compañías no cuentan con el personal capacitado, que tenga conocimientos específicos en problemáticas que necesitamos solucionar, mientras que las universidades sí cuentan con ese capital humano, aunque no siempre se integran”.

Se propició la realización de mesas de trabajo en las que participaron las investigadoras e investigadores, además de representantes de universidades y de la industria.

Por su parte, el jefe del Área de Desarrollo de Productos de Sanidad y Cultivo de ANASAC, Francisco Sánchez, valoró que sea CONICYT el coordinador de esta instancia, que convoca a ambos mundos. “En el área en que trabajo, es fundamental buscar soluciones en forma permanente, y eso pasa por saber y reconocer qué están haciendo los investigadores y universidades al respecto. Eso nos ayuda a optimizar nuestro proceso comercial e ir desarrollando productos nuevos, entregando soluciones a los agricultores”, explicó.

Finalmente, el investigador Leonardo Sáenz señaló que es de gran importancia que las empresas se incorporen activamente en el proceso de formulación de un proyecto que va a resolver sus problemáticas: “Esperamos que este taller permita que la comunicación sea más fluida. Muchas veces las empresas tienen necesidades, pero no saben a quién recurrir al desconocer quién está investigando esos temas particulares. Otro elemento que destacaría es que se trata de un taller sectorial, que permite establecer una vinculación directa con las empresas que podrían necesitar estos desarrollos”.

Convenio de colaboración
El trabajo conjunto de ACHIPIA y CONICYT se enmarca en el convenio de colaboración establecido entre ambas instituciones, que permitió diseñar el concurso temático desarrollado por el Programa Fondef y que tuvo dos convocatorias.

Su objetivo fue apoyar financieramente proyectos de I+D con un fuerte componente científico que, en un horizonte breve de tiempo, obtengan resultados que puedan convertirse en productos, procesos o servicios, con una razonable probabilidad de generación de impactos productivos, económicos y sociales.

Para materializar lo anterior, resulta necesario fortalecer el vínculo entre la oferta de tecnología con la demanda representada por entidades interesadas en los resultados de los procesos de investigación que, si bien está contemplada en los proyectos, es un desafío permanente e inspiró la realización de este taller.

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