Entrevistas

Becario CONICYT entrevistó a influyente lingüista holandés Teun van Dijk

Publicado 20-08-2012

Francisco Javier Villegas, Máster en Investigación Educativa y actualmente becario de CONICYT del doctorado en Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Barcelona, España, entrevistó al lingüista holandés Dr. Teun van Dijk, pionero en el análisis del texto e influyente personalidad a nivel mundial en el análisis crítico del discurso.

“Cada persona tiene su propia responsabilidad en la reproducción del poder”

Teun van Dijk ha sido catedrático en la Universidad de Ámsterdam, Holanda, realizó estudios postdoctorales en la Universidad de California, Berkeley, y actualmente es profesor visitante en la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona. A través de este diálogo con el becario CONICYT Francisco Javier Villegas revela y profundiza puntos clave de sus investigaciones y teorización.

Profesor Teun, ¿qué elementos significativos, de sus primeras vivencias, han dejado huella en usted y le han permitido mirar el mundo desde una posición crítica?

Primero, el hecho de ser de una familia pobre me dio una idea de la desigualdad en el mundo y en la sociedad. Otra experiencia importante es mi interés en la lectura. Mi padre era un simple funcionario del servicio de teléfonos, sin ninguna formación ni siquiera la primaria, mi madre tampoco y no había ningún libro en la casa. La única cosa que se leía era la Biblia porque éramos una familia protestante. En esa época tampoco había televisión solamente radio por lo que iba siempre a la biblioteca del pueblo y sacaba muchos libros. Hubo una tercera experiencia también importante: haber realizado muchos viajes desde joven haciendo autostop, como se decía en esa época, siempre al sur: Bélgica, Francia, España, Marruecos, y después como estudiante a otros lugares como América y el mundo entero. Así, viajar y aprender otras lenguas para mí fue una cosa normal. Esas cosas, parece, me marcaron desde mi juventud.

Esas experiencias, entonces, fueron un abanico representativo para sus intereses posteriores como es el tema de la reproducción discursiva del poder. Algunos estudiosos apuntan a esta lucha que hay entre Oriente y Occidente en la reproducción del poder. ¿Cree usted que esos son los ejes centrales que en estos momentos están produciendo un fuerte movimiento social en algunas sociedades debido a la desigualdad e injusticia social?

En este momento, sí , y me parece una dimensión muy importante. Obviamente, no hay ninguna duda que en varios países como, por ejemplo, lo que sucede con el movimiento de los países árabes tiene que ver con eso. Entonces, muchos jóvenes que no tienen trabajo, que no tienen futuro, que no tienen ninguna manera de salir de esa situación asumen opciones de proceso social y cambio radical. En varios países que tú ves del norte de África, lo que hemos visto también en América Latina con varios movimientos y que se canalizó en opciones sociales, como lo que sucede en Chile, da una idea de que las manifestaciones, que son el sueño social o el sueño dialéctico socialista, no están todavía muertas, pero, como sabemos, se combina mucho también con el sueño neoliberal.

En concordancia con lo anterior ¿qué otras dimensiones observa usted en la sociedad que generen representaciones discriminatorias o violentas?

Una dimensión muy importante es la que tiene que ver con el conflicto y la dominación de género. La posición de las mujeres en la sociedad, en general, en el mundo entero y a veces en algunos países es grave, en gradaciones diferentes por las formas de desigualdad social y si tú me preguntas que si se combina con pobreza, sobre todo en las situaciones liberales más extremas, entonces, es obviamente peor. Si se mira la cantidad de denuncias de la violencia machista aquí en España cada año son cientos de miles y eso es solamente la punta del iceberg. Entonces, es un problema social fundamental que cambia muy lento porque en la mayoría de las situaciones los hombres tienen el poder y ellos no ven eso como un problema vital de la sociedad. En estos momentos en cualquier lugar del mundo la pobreza y el retraso social son el problema principal y es el primer desafío y reto para las economías en el sentido de cómo enfrentan la crisis. Y tres, lo que es de mi propio trabajo, el racismo, que continúa siendo un problema fundamental, tal vez no tan extremo, pero siempre hay huellas. El racismo no para de legitimarse, de justificar la humillación en el mundo.

En ese contexto, ¿encuentra usted que es óptimo estudiar una de las estrategias que ofrece la ideología dominante como es el caso de vender sueños o ilusiones ya sea a través de frases, eslogans o publicidad?

Yo no sé si son formas de sueños aunque obviamente tienen una dimensión de manipulación y no sé si aparece en los discursos oficiales, que la gente común y corriente muchas veces no lee o no conoce. Puede ser que a veces sí en un discurso oficial, pese a que no lo entienda el público. Obviamente mucha gente con eslogans más populistas atraen ese tipo de apoyo, pero también hay que ver lo que son. Es como una forma retórica de sentirse bien, de la famosa estrategia socio cognitiva de la auto presentación positiva, miren cómo soy “progress”, como yo soy moderno, pero si tú vieras la realidad en los países con distintos slogans, obviamente es muy diferente. Otra cosa son esos eslogans que existen, por ejemplo, en varios países de América Latina. Nosotros somos un país mestizo que lo dicen en Chile y en México como un orgullo. Pero esto es pura retórica. Porque si tú te atreves llamar a una persona chilena con ascendencia europea que es mestizo él no va a aceptar eso. Si tú lo haces pensar que tiene cara de mapuche, menos. Lo mismo sucede en México. Si tú vas a pensar que una señora de clase media y tiene una empleada en casa que es indígena y tú vas a pensar que eres como ella obviamente no tiene nada que ver. Eso es retórica.

Si la educación reproduce una forma de poder ¿cómo un docente se puede dar cuenta de lo que está pasando a su alrededor y ser un sujeto activo respecto de su quehacer?

En cualquier problema social, y es mi filosofía, hay que mirar primero la propia casa. Entonces, lo que hacemos nosotros los profesores en la universidad, es formar profesores. En estos momentos si ellos no pueden o no saben, primero, es nuestra culpa. Yo creo que si ellos no saben cualquier área de la enseñanza no solamente en la formación de profesores, a pesar de que cada país tiene su propia formación de docentes, es básicamente la universidad, o es por lo menos la gente que forma, que son los formadores de profesores, los que tienen que medir. Somos nosotros los responsables de los contenidos, de los objetivos de la filosofía de la formación de profesores, de los currículos de las escuelas primarias, secundarias. Por eso yo he tenido reuniones con el Mineduc en Santiago, con mucha gente allá, con profesores y ellos, más que en muchos otros países, son muy conscientes de lo que pasa y han organizado reuniones internacionales con expertos importantes. Ellos también están planteando cuestiones sobre género, representaciones culturales, ideología y otras cosas más porque muchas veces los profesores no tienen la formación adecuada. Nosotros, entonces, no formamos a los profesores de tal manera que ellos puedan enfrentar más la diversidad cada vez mayor en las clases, la inmigración, lo intercultural. Si no tienes una buena formación no puedes hacer esto y muchos profesores no están simplemente preparados para ello.

Finalmente, ¿cómo observa usted el estado de las cosas a nivel de pensamiento crítico en los docentes, en general?

Son problemas de las inculcaciones, de la preparación ideológica de los trabajadores de las escuelas, pero son situaciones no tan fáciles. La aceptación, en general, y mía también, es pensar en términos de dominación, de dominante y dominado, pero es más complicado. Ya sabemos mucho del análisis de Foucault, que primero en las elites también hay fracturas. No es como un grupo homogéneo. También en las universidades hay mucha gente “progress”, anti sistema. Yo conozco muchos estando aquí y en Holanda, también. Obviamente, ellos también están intentando a su manera producir una ideología diferente. Probablemente no son la mayoría, por lo menos en este momento. Esa es una primera cosa. Dos, la cuestión de los profesores: cada persona tiene su propia responsabilidad en la reproducción del poder. Entonces, eso se limita siempre por el poco tiempo que la gente tiene. Si hay tantas horas de clases por semana y un sueldo miserable, además, y no tienes tiempo y el fin de semana tienes más cosas que te dan y tú estás viendo solamente el trabajo de los estudiantes y no tienes tiempo de una capacitación extra o de tomar un curso, ocurre. Ahora hay profesores que igual como en la universidad hacen un esfuerzo extra y en los fines de semana, en las noches, leen, construyen materiales alternativos, forman grupos para participar en algunos organismos del ministerio, entonces ahí se ve que cada persona es responsable, pero las condiciones son muy diferentes. Entonces si tú tienes profesores con muchas horas de clase, obviamente, es muy difícil cambiar esas cosas, si además ellos están en escuelas donde el director no está estimulando cambios, no habrá entonces ninguna motivación. Así, no hay posibilidad de cambiar en una escuela.

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