Noticias

Proyecto Fondecyt estudia cómo habría ocurrido el poblamiento en el Archipiélago de los Chonos en la región de Aysén

Publicado 02-10-2013

• La investigación, ejecutada por la Universidad de Magallanes, comenzó en marzo de 2013 y tendrá una duración de cuatro años.

Motivado por la idea de que la historia del poblamiento humano en el área de los archipiélagos occidentales es aún desconocida para muchos chilenos, el arqueólogo del Centro de Estudios del Hombre Austral de la Universidad de Magallanes, Omar Reyes, lidera un proyecto financiado por el Programa Fondecyt de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, CONICYT, que permitirá contribuir con la discusión sobre poblamiento, dispersión y características de la ocupación humana litoral del extremo sur sudamericano.

Según explica el investigador, por medio de la implementación de estrategias específicas de búsqueda y prospecciones que contemplen los cambios en la morfología costera (especialmente por tectónica), se identificarán y excavarán sitios de cazadores recolectores marinos para entender la variabilidad de asentamientos y del uso del espacio.

“Esta zona se asocia a un mundo lluvioso, recorrido por pescadores, navegantes y viajeros. Se trata de medios ambientes distintos donde el ser humano se adaptó exitosamente a través de su cultura. Con este panorama comenzamos a realizar preguntas en torno a los grupos humanos que vivieron en este archipiélago”, explica Reyes.

“Desde Fondecyt, estamos muy satisfechos de apoyar una iniciativa que nos ayuda a comprender el poblamiento de zonas extremas de nuestro territorio. Se trata de financiar – en todos los campos disciplinarios- la ciencia que contribuye a nuestro desarrollo como país”, destaca la directora de Fondecyt, María Elena Boisier.

Algunos antecedentes previos a la investigación

Crónicas de viajeros, navegantes y evangelistas documentaron la existencia de grupos humanos que navegaban en canoas y comían mariscos y peces. Se les llamaba Chonos (con una data de al menos 5000 años en el área). Los juicios de la época, determinados por un etnocentrismo cultural marcado por la predominancia económica y religiosa occidental, los relataban como bárbaros e infrahumanos, por su modo de vida y por estar casi en el borde del mundo en un clima hostil.

Con los siglos, la percepción y respeto por la diversidad cultural fueron cambiando, pero epidemias, matanzas, traslados a misiones jesuitas y asimilación con otros grupos, como los Huilliches, hicieron que el modo de vida cazador recolector marino y su lengua desaparecieran hacía el siglo XVIII sin dejar testimonio. No obstante, quedó la evidencia material de ellos y sus antecesores en forma de conchales, esqueletos humanos y herramientas que permiten caracterizarlos culturalmente.

Los primeros pasos en la investigación

El clima lluvioso y oceánico de esta zona austral en un conjunto de canales, cientos de islas y fiordos motivó a Omar Reyes a preguntarse, por ejemplo, qué tecnologías utilizaron y desarrollaron estos grupos humanos para obtener sus recursos, navegar y permanecer en esa zona por más de 5000 años, hasta el contacto europeo. “El contestar preguntas básicas sobre su cultura y forma de vida no sólo importa para caracterizar a este grupo de cazadores recolectores marinos, sino que importa para documentar la amplia diversidad de cazadores y grupos humanos que se adaptaron a diferentes ambientes como parte de la travesía humana y su éxito cultural en el planeta”, señala Reyes.

En los pocos meses transcurridos de la investigación ya se ha documentado una serie de sitios arqueológicos caracterizados por conchales (asentamientos donde vivían y descartaban las conchas acumuladas en varios metros) y sitios de funebria (donde depositaban los cuerpos en reparos rocosos) obteniendo información cronológica y de ADN mitocondrial. “Esto ha permitido caracterizar parte del área del archipiélago con antigüedades de 3200 años y a este grupo humano como una entidad diferente a otros pueblos de más al norte como los Hulliches de Chiloé y los Kaewshkar y Yámanas de los Archipiélagos centrales y meridionales”, indica el investigador.

A partir de estos datos, según explica Reyes, se espera responder a las preguntas sobre la dirección (e indirectamente el origen), velocidad del proceso de poblamiento marítimo, su cronología, aspectos tecnológicos y subsistenciales y, sobre todo, que éstos no se limiten a la exposición de la primera fase de poblamiento del área sino que cubran todo su desarrollo, entendiéndolo como un proceso de ocupación continua de los espacios.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *