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El grupo de ciencias de la vida de la Comisión Europea concluye su mandato con una lista de retos

Publicado 02-11-2005

[02/11/2005]

El grupo europeo de ciencias de la vida (EGLS), constituido en 2000 para asesorar a la Comisión sobre las tecnologías actuales y futuras en el campo de las ciencias de la vida, ha concluido su mandato. El grupo puso fin a su trabajo con varias conclusiones sobre la relación entre la ciencia y la sociedad, así como otros retos que debe afrontar Europa en el futuro.

Como subrayaba Víctor de Lorenzo, presidente de EGLS desde 2002, las ciencias de la vida moderna han provocado una enorme expectación respecto a la mejora de la salud, la agricultura y el medio ambiente. Así mismo, han abierto nuevas vías para los principales sectores industriales, como la producción de energía, la ingeniería química y el desarrollo de materiales. Sin embargo, estos avances no siempre han sido aceptados por la sociedad.

‘La lección que obtenemos después de una década de polémicas (alimentos MG, células madre, tecnologías de reproducción…) es que la investigación, el desarrollo y la innovación difícilmente pueden prosperar si la sociedad se opone a la ciencia,’ escribe el Profesor Lorenzo.

Y la oposición social cada vez es mayor. No necesariamente porque los avances científicos sean ahora más polémicos, sino porque los ciudadanos exigen ahora más información que antes sobre la forma en que se emplean sus impuestos. El Profesor describe estas demandas como ‘en ocasiones […] una desagradable sorpresa para los científicos educados tradicionalmente en la cultura de la investigación pura, impulsada por la curiosidad.

La solución es ‘no evitar ni disfrazar el debate […], sino promover un diálogo informado y estructurado entre todas las partes afectadas sobre cualquier problema,’ concluye el EGLS.
El EGLS defiende las reuniones de las partes interesadas, que en su opinión podrían inspirar nuevos modos de recabar apoyo para la ciencia. Esas reuniones deben resaltar lo que la sociedad puede obtener del esfuerzo científico moderno, en términos de nuevos productos y servicios, desarrollo económico y nuevo conocimiento. De forma fundamental, señala el Profesor Lorenzo, el nuevo conocimiento que aportan las ciencias de la vida podría ser imprescindible para comprender y hallar soluciones a problemas tales como la insatisfacción personal, el fundamentalismo religioso, los conflictos étnicos y culturales, o incluso el terrorismo.

El EGLS ha identificado 15 retos científicos que considera que pueden contribuir a resolver los problemas sociales anteriormente señalados, y que se podrían usar para perfilar la agenda de investigación europea en los próximos años. Los campos seleccionados son diversos, por ejemplo la provisión de alimentos y los recursos naturales, los estilos de vida microbianos y el metagenoma microbiano, las células madre, las enfermedades infecciosas, las normativas, la biología de sistemas, la biología sintética y la educación. Algunos de estos temas deben considerarse prioritarios en Europa para garantizar la supervivencia humana, mientras que otros prometen una mayor calidad de vida. El conocimiento en todos estos ámbitos impulsará también la competitividad económica, concretamente en aquellos que ahora empiezan a emerger.

El metagenoma microbiano es uno de esos campos de estudio emergentes. ‘Mientras la propiedad de la información presente en el genoma humano ha desencadenado todas las alarmas políticas y sociales, resulta increíble que Europa deje sin revisar el monopolio objetivo de la exploración del contenido genético global de la biosfera (que produce aproximadamente un millón de genes al año) por parte de EE.UU.,’ afirma el Profesor de Lorenzo. ‘[Esto] significa que los recursos genéticos masivos serán propiedad de los pocos que lleguen allí primero. Los investigadores de nuestro continente tienen la capacidad y la visión necesaria para poner en marcha ambiciosos proyectos metagenómicos de gran escala, pero carecen de los fondos y la estructura adecuada,’ continúa.

El EGLS lanza también una advertencia sobre la regulación. La aspirina y la vacuna contra la viruela nunca se habrían comercializado con las regulaciones actuales, señala el grupo en su informe. Estas y otras medicinas se desarrollaron en un momento en que la confianza en la ciencia era mucho mayor. ‘Es evidente que una excesiva regulación reprime el progreso en las ciencias de la vida, así como en la generación de nuevos fármacos y la lucha contra las enfermedades infecciosas,’ escribe el Profesor de Lorenzo.

La conclusión final de EGLS se centra en la educación, que el grupo define como ‘el mayor embotellamiento para el futuro de la investigación de las ciencias de la vida en Europa’. El Profesor de Lorenzo insta a tomar medidas para capturar talentos jóvenes, y finaliza con una afirmación: ‘depende de los jóvenes que Europa sea un ejemplo para la existencia sostenible de una sociedad avanzada, informada, justa y desarrollada.’

Para más información, consulte las siguientes direcciones de Internet:
ftp://ftp.cordis.lu/pub/cordis/docs/conclusions_egls_final_211204_outec2_for_print.doc

ftp://ftp.cordis.lu/pub/cordis/docs/egls_brochure_3rd_edition_v02_100105_out_ec.pdf

ftp://ftp.cordis.lu/pub/cordis/docs/egls_conf_report_final.doc