Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica

[27/04/2012] La Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) celebró 45 años de existencia en un acto que recordó a las personas e hitos de su gestión en el pasado, y donde también se destacó el presente de la institución y su liderazgo del sistema de ciencia y tecnología.

En un acto que contó con la presencia del Ministro de Educación, Harald Beyer, embajadores, premios nacionales de ciencia, autoridades universitarias y ex presidentes de CONICYT, además de los actuales directivos de la institución, se recordó aquel abril de 1967, cuando se firmó el decreto que institucionalizó el interés del Estado por el desarrollo de la ciencia y tecnología, gracias a la creación de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica.

El Ministro de Educación, Harald Beyer, destacó que “lo que nos proponemos es mostrar la importancia que tiene la ciencia y tecnología no solamente que tiene para el desarrollo, sino que también puede contribuir más progreso, desarrollo económico, oportunidad, más justicia y ese enganche es lo que tenemos que hacer con más fuerza. Los científicos tienen que participar mucho más en el debate nacional, en el debate de los distintos asuntos públicos y de alguna forma hacer ver a la población como lo que hacen contribuye al desarrollo de nuestra nación”.

El Presidente de CONICYT, José Miguel Aguilera, subrayó el rol que ha cumplido la institución en la meta de promover la creación de conocimiento y de capacidades en ciencia y tecnología, “una tarea que no siempre es muy apreciada, pero que es fundamental para avanzar hacia el desarrollo pleno”.

Por otra parte, Aguilera destacó la inédita cifra de proyectos, becas e iniciativas que actualmente financia CONICYT y que constituyen sin contrapeso la base del sistema de ciencia y tecnología del país, como por ejemplo 3.500 becarios de doctorado en el país y en el extranjero, más de 2.500 proyectos de investigación básica y aplicada, 90.000 escolares motivados en actividades de divulgación, 15 centros regionales, múltiples acuerdos de cooperación con gobiernos y universidades extranjeras, y numerosos centros multidisciplinarios.
“Los grandes cambios tecnológicos no serían posible si el Estado no financiara la investigación básica y la ciencia aplicada, que después se transforman en valor económico mediante el emprendimiento”, concluyó Aguilera.

Laboratorios naturales y nuevas iniciativas

El desafío de CONICYT, expresó Aguilera, es aumentar el número de investigadores, “que todavía es muy bajo en Chile (4.000)”. Se esperamos que a partir del 2014 se reincorporen unos 800 doctores por año al sistema nacional de C&T+i, los que aportarán con sus vivencias y conocimientos a los sectores de educación superior, a las empresas, al gobierno y a través de sus emprendimientos personales.

Por otra parte, Chile pone a disposición del mundo las excepcionales condiciones para la observación astronómica del desierto de Atacama y, en retribución, los observatorios extranjeros permiten que nuestros astrónomos accedan al 10% del tiempo de observación en dichas instalaciones. Pero lo que nuestro país tiene que ofrecer a la ciencia mundial no se agota con la astronomía. Existen otros excelentes laboratorios naturales en áreas como la investigación antártica, la sismología e ingeniería antisísmica, la antropología, la urbanización acelerada, el cambio climático, la energía solar, por nombrar algunos.

Para finalizar, anunció el lanzamiento del programa Fondequip, que se realiza con apoyo del MINECON y apunta a dar competitividad a la ciencia nacional, proveerá, esperamos que de manera regular, apoyo para la actualización del equipamiento mediano, el acceso a equipamiento de clase mundial y proporcionará una infraestructura de alto costo instalada en el territorio nacional para la generación de datos de uso compartido.