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Investigadores chilenos reciben reconocimiento internacional por avance en inteligencia artificial

Publicado 28-10-2019

  • Proyecto de tesis postdoctoral realizada en el Centro de Modelamiento Matemático diseñó un nuevo algortitmo, más eficiente, cuyo desarrollo recibió uno de los premios más importantes del mundo en esta área, el Best Student Paper Prize in Stochastic Programming.

Las aplicaciones del nuevo algoritmo incluyen desde el cálculo de equilibrio en mercado eléctrico, hasta problemas de telecomunicaciones y sistemas complejos de mecánica.

Crearon un nuevo algoritmo que permite resolver problemas complejos en inteligencia artificial, rivalizando con los principales investigadores que desarrollan estas tecnologías en centros de investigación en Europa y Estados Unidos. Se trata de un trabajo desarrollado por Philip Thompson, estudiante de postdoctorado del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile (CMM), uno de los centros basales apoyados por CONICYT.

“Es el mejor algoritmo que se conoce hasta ahora”, cuenta Alejandro Jofré, académico del CMM y miembro del Consejo de CONICYT, quien dirigió el trabajo de este estudiante tesista. El avance fue tan relevante que, en julio pasado, llegaron hasta Noruega para recibir el galardón más importante que se entrega a nivel mundial a estudiantes en esta área, el Best Student Paper Prize in Stochastic Programming.

Originario de San José de Campos, en Sao Paulo, Brasil, Philip Thompson llegó a trabajar al CMM en 2013, cuando era estudiante de doctorado del Instituto Nacional de Matemática Pura e Aplicada (IMPA), en su país. Decidió quedarse en Chile para realizar un postdoctorado, siempre enfocado en el trabajo con algoritmos y su optimización.

Un reconocimiento que no solo revela el excelente nivel de los programas postdoctorales apoyados por CONICYT, sino también la importancia internacional del trabajo que lleva a cabo el CMM, explica Alejandro Jofré. Profesor del Departamento de Ingeniería Matemática, se refirió a la relevancia de este premio, así como al excelente nivel que ha alcanzado el CMM en un área considerada clave para el país y para el futuro del mundo: la inteligencia artificial.

Philip Thompson es originario de Sao Paulo, Brasil. Los algoritmos y la inteligencia artificial, confiesa, son su pasión.

¿Cómo explicaría relevancia del premio que recibieron?

La contribución fue un algoritmo que permite resolver situaciones difíciles de inteligencia artificial. Tiene aplicaciones en problemas de mercados de energía, minería, internet, telecomunicaciones y teoría de juegos. Es la primera vez que lo gana un chileno y se otorga cada tres años. Es un reconocimiento también a nuestros programas de formación de doctorado, así como al Centro de Modelamiento Matemático.

¿Cuál es la ventaja de contar con este algoritmo?

Es más eficiente para resolver problemas de machine learning (aprendizaje automático) y con muchas aplicaciones: desde cálculo de equilibrio en mercado eléctrico, hasta problemas de telecomunicaciones y sistemas complejos de mecánica. Además, este avance abre un nuevo campo de investigación de algoritmo, basado en la estrategia que estamos proponiendo. Es una estrategia que se llama de búsqueda lineal, para resolver inecuaciones variables.

Alejandro Jofré, académico del CMM y miembro del Consejo de CONICYT desde 2019.

Líderes en inteligencia artificial

Alejandro Jofré explica que el CMM es hoy la institución líder en Chile cuando se trata de temas relacionados con inteligencia artificial y datos, con aplicaciones en áreas como astronomía, donde la cantidad de información generada es tan grande, que se requieren mecanismos para procesar toda esa información. Del mismo modo, se trabaja para generar sistemas que permitan mejorar procesos en áreas como la minería, energía y el retail, entre otras. Incluso hace un par de años, investigadores jóvenes desarrollaron un algoritmo matemático que permite identificar automáticamente las vocalizaciones de las ballenas azules.

Se está abriendo todo un nuevo campo de desarrollo a nivel mundial, basado en inteligencia artificial. ¿Cómo ve el CMM el futuro de esta área, que recientemente ha sido establecida como una de las prioridades también del Gobierno de Chile?

Nosotros como centro estamos formando a la próxima generación de ingenieros matemáticos, disciplina a partir de la cual se desarrolla todo este campo. Son ellos quienes harán de la inteligencia artificial un tema muy potente en la industria. Tenemos una gran demanda por estudiantes de ingeniería matemática que están terminando su carrera. Todas las semanas nos llegan solicitudes de la industria, de empresas, pidiendo estos profesionales, y no estamos produciendo todavía suficientes ingenieros matemáticos para desarrollarse en esta área.

Por diversas razones, la matemática ha tenido una connotación “no tan positiva” entre los estudiantes, pero esta realidad hoy está cambiando, a través de esfuerzos destinados a encantar a las nuevas generaciones con esta disciplina fundamental. ¿Cómo ve esta situación el CMM?

El CMM está comprometido con diversas iniciativas en educación de matemáticas, trabajando con el Ministerio de Educación y directamente con colegios, para fortalecer la enseñanza de esta disciplina, tanto a nivel de los profesores, como con las alumnas y los alumnos. Tenemos más de 230 personas trabajando este tema en el centro. Esto es fundamental, ya que en el futuro todoloque tiene que ver con aprendizaje automático –parte de lo que se conoce como inteligencia artificial- y que tiene que ver con ciencia de los datos, pasa por conocimiento matemático.

¿Cuál ha sido la importancia del apoyo brindado por CONICYT en todos estos logros?

Ha sido fundamental por dos razones. Una que apoya los programas de doctorado y postdoctorado que realizamos, los que han sido fundamentales para llegar a obtener un reconocimiento como el que logramos con el nuevo algoritmo de inteligencia artificial. Por otra parte, CONICYT ha sido pionero en la creación de centros basales, así como también en acercar la investigación básica a la industria. Todo esto ha sido consecuencia del apoyo sostenido que hemos recibido de CONICYT en el tiempo.