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Centros CONICYT serán protagonistas en mesas de trabajo científico para COP25

Publicado 02-05-2019

  • Gran parte de la evidencia sobre el calentamiento global que se discutirá en la cumbre a realizarse en Chile entre el 2 y el 13 de diciembre próximos, proviene de las investigaciones efectuadas por científicos apoyados por la institución en centros de excelencia a lo largo de Chile.

Centros CONICYT estudian los impactos del cambio climático a lo largo de Chile y sus hallazgos serán clave para la próxima cumbre del clima, COP25.

En la Base Yelcho, ubicada en la Bahía South de la península Antártica, una trampa de sedimentos mide desde el verano el impacto que tienen los deshielos de glaciares en los ecosistemas marinos de esta helada zona extrema de nuestro país. El instrumento, que quedará sumergido durante un año, permitirá analizar cómo afecta el cambio climático a los océanos australes, una de las zonas del planeta más afectadas por el incremento de la temperatura global.

Esto es parte del trabajo del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas LatitudesIDEAL; uno de los centros apoyados por CONICYT a través del Fondo de Financiamiento de Centros de Investigación en Áreas Prioritarias, Fondap, cuyos estudios serán parte de la evidencia que se discutirá en la próxima COP 25, a realizarse en diciembre próximo en nuestro país.

Siete mesas de trabajo han sido conformadas para discutir estos hallazgos. Además de la que trabajará sobre la Antártica, liderada por el director de IDEAL, Humberto González, otras seis se enfocarán en temas como océano, agua, biodiversidad, ciudades, energía y adaptación. En todas ellas, participan destacados científicos cuyos centros e investigaciones han recibido el apoyo de CONICYT a través de sus diversos concursos y programas.

Evidencia fundamental
Paulina Aldunce
es una de ellas, investigadora asociada en el Centro para la Investigación del Clima y la Resiliencia, (CR)2, apoyado por Fondap. Como experta en las dimensiones sociales e institucionales de la gestión del riesgo de desastres, trabajará en el ámbito de adaptación al cambio climático. “Es fundamental que las personas que se dedican a la ciencia puedan participar en esta cumbre, ya que nosotros llevamos resultados científicos que son clave para apoyar la toma de decisiones”, señala.

Desde los posibles impactos globales, hasta cómo el aumento de temperatura afectará específicamente a Chile, pasando por estrategias para hacer frente al fenómeno: todas son respuestas que emanan desde el mundo de la ciencia, explica la investigadora. Cuenta que con el apoyo de CONICYT, por ejemplo, han podido estudiar cómo la población está respondiendo ante la escasez de recursos hídricos, el aumento de temperatura y las lluvias extremas, una investigación que llevó a cabo en la zona de Aconcagua gracias a un proyecto Fondecyt.

“Otro ejemplo del aporte científico a la discusión sobre el cambio climático, es la megasequía que vivimos aproximadamente desde el año 2010. Estudios que salen desde el (CR)2, indican que cerca del 25% de la sequía actual es atribuible al aumento de la temperatura global”, explica Aldunce.

Sebastián Vicuña es otro de los investigadores que encabezará las mesas de trabajo de la COP 25. Director del Centro de Cambio Global UC e investigador del Centro Fondap de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales, Cigiden, afirma que es muy valioso para la comunidad científica participar de una instancia como ésta, ya que son procesos formales de negociación y diseño de política pública. “Lo óptimo es que esas decisiones puedan estar avaladas por la evidencia, por la ciencia. Desde los centros CONICYT, así como el resto de los centros, tenemos mucho que decir al respecto”, afirma Vicuña.

Por su parte, el director de IDEAL y líder de la mesa de trabajo sobre Antártica, Humberto González, destaca que esta será una COP “Azul”, donde tanto los océanos como el continente helado tendrán un rol protagónico. Con el apoyo de CONICYT, el centro que encabeza ha podido instalar boyas con sensores, como la de la Base Yelcho, en diversas zonas de la región de Magallanes y la Antártica Chilena.

Gracias a ellas, por ejemplo, están analizando cómo los sedimentos que resultan de los deshielos de glaciares afectan la biodiversidad de los mares, así como también, la acidificación de los océanos. “Esperamos que el mensaje sea lo suficientemente potente como para convencer a los que no están tan convencidos de la urgencia de tomar medidas ahora. Tenemos una responsabilidad como habitantes de este planeta, de poder mantenerlo para las próximas generaciones”, concluye González.

Las mesas de trabajo
Un total de nueve científicos encabezarán las mesas de trabajo para la COP25, la mayoría de ellos relacionados con CONICYT a través de los centros de investigación que reciben apoyo de la institución en áreas prioritarias. Del (CR)2, por ejemplo, además de Paulina Aldunce, destaca la participación de su directora, Maisa Rojas, encargada de coordinar a los científicos que trabajan en las diferentes mesas. Junto con ella está Laura Farías, del mismo centro, a cargo de la mesa Océanos.

En la mesa de Energía participa Rodrigo Palma, director del Centro Fondap de Investigación en Energía Solar, SERC-Chile. La instancia que debatirá en torno a las ciudades, en tanto, estará encabezada por el director del Centro Fondap de Desarrollo Urbano Sustentable, Cedeus; Juan Carlos Muñoz.

Otras de las Áreas centrales es biodiversidad, que estará dirigida por el doctor Pablo Marquet, del Instituto de Sistemas Complejos de Valparaíso y, finalmente, Alejandra Stehr, experta en ecosistemas acuáticos que se desempeña como directora en el Centro EULA-Chile, de la Universidad de Concepción.

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