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Proyecto CONICYT revive a los dinosaurios a través de embriones de aves

Publicado 18-11-2014

Luego de más de un siglo de discusión, hace cuatro años la paleontología estableció que las aves no sólo son los descendientes más directos de los dinosaurios, sino que son dinosaurios.

Alexander Vargas, paleontólogo encargado del proyecto.

“Las controversias en curso sobre identidad dígitos aviar: Un enfoque integrador del desarrollo y de la evidencia morfológica”, es el nombre del proyecto Fondecyt de Alexander Vargas -uno de los refundadores de la paleontología de vertebrados en Chile y pionero en una línea de vanguardia mundial-; que busca clarificar el misterio de la evolución.

Además el posdoctorado en Ecología y Evolución de la Universidad de Yale, y jefe de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile, afirma que las aves son los únicos dinosaurios que permanecen vivos, todos los demás se extinguieron.

El proyecto Fondecyt de CONICYT cuya duración se extiende desde 2012 a 2015; encuentra asidero después de descubrir colágeno y vasos sanguíneos de dinosaurios en muy buen estado en EE.UU., y compararlos con los de numerosas especies de aves.

De la teoría a la práctica
El científico trabaja con pequeños frascos que contienen translúcidos embriones de codornices, perdices, reptiles, algunos mamíferos y hasta una serpiente. Pero el animal más utilizado en su trabajo experimental son los pollos, debido al antiguo linaje de la especie.

De esta manera, Vargas -junto a su estudiante de doctorado João Botelho- fuerza el proceso en el laboratorio alterando molecularmente los embriones para que nazcan con características de sus ancestros, los terópodos, la línea de dinosaurios carnívoros que incluye a los tiranosaurios, velociraptors, y otros.

Los frascos contienen lo que parecen fetos de dinosaurio, pero en realidad son embriones de pollo en su etapa anterior a la del desarrollo de plumas. Hasta entonces, los investigadores han logrado crear pollos con la fíbula fuerte y unida a la articulación, como la de un dinosaurio; o con el dedo perchador que se aferra a las ramas, pequeño y levantado; o pollos con dos dedos, con pies de tiranosaurio.

“Se podría avanzar bastante en hacer un pollo dinosaurificado. Pero es difícil técnicamente. Tendría que ser transgénico, para ser capaz de engendrar otro pollo con la misma transformación. Hacer un linaje, porque no tendría sentido hacer todo de nuevo en cada embrión. Se puede hacer, pero es complejo. Es un paso a futuro”, destaca Vargas en sus declaraciones a la revista Qué Pasa.

El avance crítico realizado en este nuevo estudio publicado por la revista PLoS Biology, toma en cuenta ambos puntos de vista en torno a la evolución de las alas de las aves, puesto que los biólogos estudian cómo las alas se desarrollan en el embrión a través del proceso de crecimiento, y los paleontólogos estudian los huesos de dinosaurios y alas primitivas.

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