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Seminario abordó los desafíos de la iluminación sustentable en Chile

Publicado 23-05-2018

  • Entre las conclusiones del encuentro se destacó la necesidad de iluminar las calles según su uso, cambiar las luminarias a tecnología LED de color cálido y direccionar la luz hacia abajo.
Seminario iluminación sustentable

La primera sesión de trabajo fue moderada por el doctor Mario Hamuy y tuvo como panelistas a a Guillermo Blanc, investigador del Observatorio Las Campanas; Segundo López, del Ministerio de Energía; Javier del Río,  asesor de Eficiencia Energética; y Douglas Leonard, diseñador de la PUC.

Con el objetivo de analizar, desde una perspectiva multidisciplinaria, el impacto que tiene la contaminación lumínica de las ciudades, se realizó el seminario “Nuevos desafíos para una iluminación sustentable”, organizado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, CONICYT, el Ministerio del Medio Ambiente y el Ministerio de Relaciones Exteriores.

La actividad, desarrollada en el marco del Día Internacional de la Luz proclamado por la Unesco, convocó a autoridades y expertos de las áreas de salud, biología, astronomía, arquitectura, diseño y urbanismo, quienes analizaron los efectos que produce el exceso de luz de las grandes ciudades en la observación astronómica y también en los ciclos naturales de oscuridad que requieren los seres vivos.

“Este es un tema de vital importancia para la astronomía. El norte de Chile se ha posicionado como una de las mejores ventanas desde la cual podemos observar el Universo, pero si no logramos regular las condiciones de oscuridad que requieren los observatorios para trabajar, estaríamos muy cerca de bajar el status mundial que poseemos”, señaló en su intervención el presidente del Consejo de CONICYT, Mario Hamuy.

Julia Santín, neuróloga de la Facultad de Medicina PUC y directora del Centro del Sueño de esta casa de estudios, enfatizó que, además, es necesario resguardar la oscuridad para el ser humano “porque biológicamente la necesitamos. Hoy sabemos que enfermedades como la hipertensión, el estrés, la falta de memoria y energía están asociadas a la falta de sueño que tiene, entre sus principales causas, al exceso de luminosidad que poseen las ciudades modernas”.

Sin embargo, la humanidad no es la única que afectada: alrededor de dos mil aves están muriendo cada año a causa de la luz artificial. “Creemos que se debe a que los pájaros confunden las luces con alimento luminiscente o suponen que es la salida de una cueva. Pero eso no es todo, la luz artificial está interfiriendo en sus procesos biológicos y de relación”, argumentó Guillermo Luna, biólogo e investigador del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA.

Seminario iluminación sustentable en Chile

La segunda mesa de trabajo estuvo a cargo del embajador Gabriel Rodríguez y contó con la participación de Julia Santín, neuróloga de la Facultad de Medicina PUC; Guillermo Luna, investigador asociado del CEAZA; y John Ewer, investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la U. de Valparaíso.

El embajador Gabriel Rodríguez, director de la Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que la cancillería está comprometida con el correcto equilibrio entre el avance del país y el bienestar de sus ciudadanos, “Por ende, no solo quisimos involucrar al mundo científico en el desarrollo de políticas públicas que apunten a salvaguardar la oscuridad, sino que también al tecnológico, cultural, al mundo de las comunicaciones, la cultura y el turismo, entre otros, porque finalmente lo que estamos haciendo con este seminario es cuidar parte de la identidad de nuestro país”.

Esta actividad se dividió en dos sesiones de trabajo. La primera, titulada “La iluminación un concepto que debemos recuperar”, fue moderada por el doctor Mario Hamuy, mientras que la segunda “Cuando la luz puede ser un problema” estuvo a cargo del embajador Gabriel Rodríguez.

Entre las conclusiones entregadas por el panel de expertos está la necesidad de controlar la contaminación lumínica a través de reglamentos; el uso de nuevos equipos tecnológicos para iluminar calles según su uso (peatones o automóviles); modificar el reglamento de las alturas y distancias de postes; redirigir las luces hacia abajo y utilizar solo tonos cálidos, todo con la finalidad de proteger la salud y seguridad de las personas, así como la flora y la fauna nativa, el desarrollo energético, económico y social, y el medio ambiente en general.

“Como ministerio entendemos la importancia de la luz para todo ser vivo y, por ello, queremos avanzar en su desarrollo sostenible. Desde un principio hemos estado trabajando la normativa que rige los cielos del norte de Chile, porque sabemos que una luz mal aprovechada puede generar impactos negativos. Hoy es la ciudadanía la que nos está ayudando a construir políticas públicas eficaces”, señaló Marcelo Fernández, jefe de la División de Calidad del Aire del Ministerio del Medio Ambiente.