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Científicos chilenos alcanzan zona más profunda de la Fosa de Atacama

Publicado 06-02-2018

  • La expedición, financiada por CONICYT, utilizó un vehículo autónomo para alcanzar los 8.081 metros de profundidad, estableciendo un nuevo récord. Este logro permitió recolectar microorganismos desconocidos hasta ahora por la ciencia, poniendo a la oceanografía chilena en el mapa mundial de la exploración y el estudio del océano profundo.

La investigación oceanográfica, se lleva a cabo gracias al financiamiento de la Iniciativa Científica Milenio y de CONICYT, a través del Concurso Nacional de Asignación de Tiempo del Buque Oceanográfico AGS-61 Cabo de Hornos, del Programa de Investigación Asociativa, PIA.

Investigadores de Instituto Milenio de Oceanografía, IMO-Chile, que se encuentran actualmente en una expedición a bordo del buque oceanográfico AGS-61 Cabo de Hornos operado, por la Armada de Chile, lograron acceder al ambiente más desconocido del Océano Pacífico Sudoriental, el océano profundo, incluyendo la Fosa de Atacama, ubicándose en la frontera de la investigación oceanográfica del mar profundo a nivel mundial.

Para lograr el objetivo fue necesario diseñar y construir un vehículo autónomo y compacto para el océano profundo, de alta tecnología y relativo bajo costo, bautizado como “Audacia”. Éste fue puesto a prueba durante la expedición, denominada Atacamex, en tres inmersiones, alcanzando profundidades por sobre los 8.000 metros.

Entre los principales logros de “Audacia” para la Fosa de Atacama está haber registrado una mayor profundidad al valor histórico de literatura (de 8.065 metros), estableciendo un récord de 8.081 metros; recolectar muestras de agua a más de ocho kilómetros de profundidad, lo que permite conocer microorganismos que habitan en ese nivel, y obtener las primeras fotografías del fondo marino chileno.

En la expedición Atacamex se utilizó otro equipo de última generación: la multired de gran tamaño Mocness, que dispone de distintos compartimientos que se abren y cierran por mecanismos electroacústicos y que, por lo mismo, permiten colectar muestras desde distintas profundidades.

Desde el Cabo de Hornos, el líder científico de la expedición, Osvaldo Ulloa -académico de la Universidad de Concepción y director del IMO-  explicó que “logramos acceder repetidamente al fondo, incluso hasta una profundidad mayor a la reportada, y desde allí pudimos recolectar agua, organismos, imágenes e información hidrográfica. Ahora tenemos la posibilidad de ubicar otros sensores, para hacer mediciones sismológicas o de corrientes. Con ello estamos señalando el camino que lleve a un programa nacional multidisciplinario para la exploración y el estudio científico de la Fosa de Atacama”.

La investigación oceanográfica, en la que participan investigadores de la Universidad de Concepción, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Antofagasta, se lleva a cabo gracias al financiamiento de la Iniciativa Científica Milenio y de CONICYT, a través del Concurso Nacional de Asignación de Tiempo del Buque Oceanográfico AGS-61 Cabo de Hornos, del Programa de Investigación Asociativa.

La doctora Virginia Garretón, directora ejecutiva de la Iniciativa Científica Milenio, señaló que “con esta expedición se inició un viaje para empezar a construir una respuesta que tendrá un valor sistémico para nuestro país y el mundo. Además, sin duda, es una de las situaciones más emocionantes que me ha tocado vivir desde que estoy en Milenio. Que lograran que los equipos funcionaran era difícil; recuperarlos también, pero demostrar que la fosa es más profunda que 8.065 metros, o colectar peces que están a 5.000 metros en la primera expedición, era casi imposible. ¡Y lograron todo esto!”.

Finalmente, el doctor Mario Hamuy, asesor científico de la presidencia y presidente del Consejo de CONICYT, concluyó que “es un gran orgullo para la institución haber apoyado una misión tan exitosa a la Fosa de Atacama, liderada por el doctor Ulloa. Felicitamos a todo su equipo de investigadores y estudiantes por este gran logro científico tecnológico. Ejemplos como éste son el mejor estímulo para seguir empujando el proyecto de ley que crea un Ministerio de Ciencia para Chile”.

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